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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Soplan vientos eólicos

A fuerza de ser positivos y desterrar por unos minutos el ventarrón de pesimismo regional, convendría reconocer el potencial de la costa asturiana para la generación de energía eólica marina, a la vista de un informe del Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. El estudio localiza en Asturias, Galicia, el Estrecho de Gibraltar, Cabo de Gata, la desembocadura del Ebro, el Norte de Gerona y las Islas Canarias las mejores ubicaciones para parques eólicos marinos. Solo una pega: las limitaciones que imponen las aguas profundas para el anclaje de las torres de viento; lo que obligaría a utilizar la tecnología flotante.

Esta semana se ha sabido que la región reactiva también la creación de nuevos parques en tierra, cuatro en proyecto, todos ellos en suelo de la comarca occidental, tras varios años de penuria inversora a causa de la crisis y la errática regulación energética, que en este país da bandazos y gira según sople el viento. O sea, que conviene dejar de ser quijotes y encararse al Goliat eólico antes que el David asturiano mengüe aún más y no le dé con la honda del carbón para golpear a la pérdida de relevancia entre ceja y ceja.

EDP proyecta en esta región el que podría ser el segundo parque flotante de la Península tras el que esa misma compañía construye a 20 kilómetros de la costa de Viana do Castelo, en Portugal. Y Windar fabrica en Avilés pilotes de cimentación, soportes submarinos, fustes y estructuras flotantes para sostener aerogeneradores en alta mar. Si soplan vientos favorables, ya estamos tardando en poner los molinos a flote.

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