Ríase usted ahora de la cautividad de los tráficos muselinos. Desaparecido el carbón, desaparecidos los cautivos y más que preocupante bajada de los tráficos. Ni tan siquiera estamos seguros si, tras la drástica descabonización, veremos a corto plazo la desaparición de la gran siderurgia de nuestro paisaje. ¿Qué haremos con el gran Musel súper dimensionado? ¿Qué haremos con la Zalia? En las fotos nocturnas satelitales en las que se destacan los núcleos de población o industriales por la luz que irradian, esta villa marinera y sus alrededores se veían como un notable foco luminoso. Permítasenos dudar de si en las fotografías tomadas de noche desde las alturas seguiremos contemplando el fenómeno luminoso gijonés.
No veo entre los mandamases municipales de este momento ni entre los dirigentes del partido que soporta a su grupo municipal cabezas capaces de idear una salida al peligroso apagado lumínico. Percibo o bien gente asustada o bien irresponsables indiferentes -¿quién dijo miedo? -. Probablemente seamos poca población para que de entre nosotros surjan media docena de cabezas que, conducidas por un líder que pueda recibir tal nombre,
Leí un día de estos atrás por aquí mismo un excelente artículo de Manolo Castro en el que se nos informa que, en solamente tres años, la Ebhi, la terminal de graneles sólidos, ha pasado de mover cinco millones y medio de toneladas de carbón térmico a unas miserables 600.000. Nada más y nada menos que un 89% menos. Y los contenedores sin un perceptible aumento de sus tráficos que sería una forma de enjugar esa falta de ingresos. En cuanto a la siderúrgica Arcelor, la crisis del Coronavirus, con la parada de uno de sus dos hornos altos, provocará que este año se muevan este año unas 7,46 millones de toneladas de mineral, en lugar de los 9,79 millones de 2019. No corren buenos tiempos para la intensidad de la lucecita en el mapa, no. Se observaba con agudeza en el artículo mencionado que la Ebhi quedaba en las manos de Arcelor y pare usted de contar. Si el puerto se resiente tanto, podemos imaginar lo que va a pasar con todo lo que viene detrás, dado su impacto económico no ya en la ciudad sino en las Asturias enteras.
Los números están sobre la mesa, ahí tenemos los hechos y no se percibe en las instituciones asturianas concernidas -el gobierno regional y el consistorio local- acción alguna, estudios sobre el asunto, iniciativa que valga y quizás ello sea lo más descorazonador. No vale decir que estamos confinados, porque esto viene de antes. Todos están representados en el concejo de administración de la Autoridad Portuaria y, por lo tanto, son conscientes de lo que hay: esperamos desesperadamente alguna acción.
