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El Padre Nieto y la educación jesuita

Varias generaciones de alumnos de tres centros tuvieron el privilegio de tenerlo como profesor y consejero

El fallecimiento del Padre Nieto, excelente jesuita y buen educador en los colegios de Gijón -desde El Natahoyo hasta la Inmaculada, pasando por la Universidad Laboral- deja un excelente recuerdo. Son muchas las generaciones de alumnos que han tenido el privilegio y sano orgullo de tenerlo como educador, profesor y consejero espiritual. Durante años fui su compañero en los gloriosos tiempos en los que la Universidad Laboral dirigida por los jesuitas, era el referente más importante de España por una excelencia educativa integral basada en los principios pedagógicos de la Ratio Studiorum de San Ignacio, aplicados a la Formación Profesional y al Bachillerato.

Hoy, cuando no faltan quienes por diversos falsos prejuicios quieren pintar de negro la gran laboral educativa de los Padres Jesuitas, sin más fundamento que el despecho y/o la ignorancia, es muy necesario recordar y agradecer la extraordinaria entrega y generosidad de los jesuitas, quienes como el Padre. Nieto dejaron lo mejor de su vida educando y formando a miles de alumnos internos que, llegados de toda España, encontraron en la Universidad Laboral un centro que los capacitó de forma muy satisfactoria para ocupar lugares importantes y de responsabilidad en la sociedad española de su tiempo. Algo que reconocen agradecidos la mayoría de ellos en sus reuniones anuales. El Padre Nieto era además un excelente teólogo, brillante predicador y hombre de profunda espiritualidad ignaciana. De trato ameno y de aguda e interesante conversación. Descanse en paz este generoso educador jesuita asturiano.

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