El desbloqueo esta semana de cinco millones de euros destinados al mantenimiento del empleo en la ciudad ha dado el pistoletazo de salida a las ayudas englobadas en el pacto de concertación, firmado en un tiempo récord y en pleno estado de alarma por el gobierno local, la patronal FADE y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. Este dinero servirá a decenas de empresarios gijoneses para reincorporar a trabajadores afectados por los ERTE y a otros para reabrir sus negocios, arrasados por la crisis que ha traído el virus. Es solo la punta de lanza de un ambicioso paquete de 39 medidas, que suman 53 millones para los dos próximos años (buena parte de ellos ya estaban presupuestados y el resto han salido de modificaciones de las cuentas municipales efectuadas en las últimas semanas). Y que han puesto de manifiesto la salud de hierro del diálogo social en la ciudad, una tradición desde hace un cuarto de siglo, con sucesivos alcaldes, que ha redundado en beneficio de miles de ciudadanos.

El primer motivo de satisfacción es la facilidad con la que el gobierno local de Ana González, los empresarios y los representantes de los trabajadores lograron firmar el acuerdo, pese a la compleja coyuntura que imponía el confinamiento. En apenas unos días, las tres partes alumbraron el documento, dando una imagen de unidad ante el hundimiento económico y social recién iniciado en la ciudad. Cierto es que ya habían mantenido contactos para alcanzar un pacto, que inicialmente iba a ser para cuatro años y no para dos, como venía siendo habitual. Pero también es verdad que lograron maniobrar con habilidad para hacer de la necesidad virtud.

Las medidas acordadas están divididas en dos bloques anuales: habrá un desembolso de 26,8 millones en este 2020 y otro de 26,2 en 2021. Y se pueden dividir en tres grandes apartados: uno dedicado a la promoción económica, otro al empleo y un tercero destinado al impulso del turismo. Una de las propuestas estrella es un plan de empleo, destinado sobremanera a la construcción, para un centenar de parados, dotado con tres millones de euros. Las ayudas para reincorporar a trabajadores en un ERTE, con un montante total de 3,5 millones, darán a los empresarios 1.500 euros por cada empleado. Mientras que los fondos para la reapertura de negocios serán de 500 euros por cabeza. Los estímulos al comercio y la hostelería darán prioridad a la digitalización y la reducción de cargas administrativas. Y la promoción de Gijón como destino turístico se llevará más de 900.000 euros. Son solo algunas pinceladas de un ambicioso plan que sitúa a Gijón en la vanguardia asturiana de la concertación gracias a un pacto al que se ha llegado rápido y bien.