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Tino Pertierra

Solo será un minuto

Tino Pertierra

Hechizos para principiantes

Juliana: “Lo malo, primero. Estoy cansada. Estoy triste. Estoy decepcionada. Ahora, lo bueno: no estoy amargada, no estoy derrotada y no estoy frustrada. Los matices son importantes en los autodiagnósticos. Si quisiera resumirlo, diría que me siento igual que cuando descubrí a los 11 años la identidad de ciertos reyes de Oriente. Se acabó la magia, pero el descubrimiento de la verdad también tiene su encanto. Estoy cansada de que los días se parezcan tanto, semanas y meses y años sin apenas variación, con sus momentos buenos, pocos, y sus momentos regulares, muchos, y sus momentos malos, escasos pero demoledores. Viéndolas venir, disfrutando de la zona de confort que proporciona la rutina asumida. Estoy triste porque llevo sobre mis hombros un matrimonio que hace mucho tiempo que rompió aguas y solo el dique de la resignación impide tomar medidas drásticas. En el fondo, no se ve vive mal aceptando que el fallo conocido es mejor que el acierto por conocer. Y Enrique, hay que admitirlo, es un buen tipo. Soso, previsible y cansino, pero un buen tipo que me deja en paz, que no estorba. Pues eso: triste. Y estoy decepcionada porque no he cumplido nada de lo que me prometí cuando estaba en edad de merecerlo. Nada es nada: ni en el trabajo, ni en el amor. Ni en la amistad. A pesar de todo no me veo como una persona amargada. No doy la turra a los demás con mis cuitas ni suplico mejores coitos. Derrotada no me puedo considerar porque ya no presento batalla. No huyo, no me escondo, simplemente no declaro guerras. ¿Cobardía? Prefiero llamarlo precaución. Y no, no estoy frustrada. Admitiendo límites y errores consigues algo trascendental: aceptarte como eres y no abonarte a los reproches. No creo en la magia, pero aún me hechiza desenvolver regalos”.

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