La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Julio Vaquero Iglesias

Chuletón al punto

Las dos almas del Gobierno de coalición

Las polémicas declaraciones del ministro Garzón sobre la necesaria limitación del consumo de la carne procesada han sacado a la luz múltiples consideraciones de interés político y social. Que hay que limitar el consumo de la carne procesada por los negativos efectos que origina su producción sobre el cambio climático es una consideración que difícil puede ponerse en duda, siempre teniendo en cuenta que limitar su consumo no es prohibir su producción con los considerables y negativos efectos que ello podría traer para una actividad tan necesaria para la supervivencia de tantas personas como es la economía ganadera.

Lo que no es de recibo, nos parece a muchos, es realizar tales declaraciones fuera de un contexto político planificado como objetivo de una campaña seria bien estudiada y meditada por todo el Gobierno y no ir por libre y realizarlo como unas declaraciones de un solo Ministerio a modo de boutade de un ministro sin competencias que apenas generado iniciativas y campañas que hubieran sido muy necesarias como, por ejemplo, la lucha contra la abusiva subida de la electricidad como consecuencia de la imposición un monopolio de tres empresas (que como siempre y en tantas aspectos que hoy padecemos nos trajo la política de ultraderecha de señor Aznar). Que yo recuerde poco o nada hizo nuestro flamante ministerio de consumo contra esa injusticia manifiesta, aunque sólo fuera en el terreno de lo simbólico declarativo. Tal planteamiento lo que nos lleva es a la constatación de lo que venimos sufriendo constantemente con este Gobierno de coalición: su falta coordinación y de planteamientos compartidos en cuestiones que, sin duda, son aceptables desde el pensamiento y la necesaria actuación de la izquierda.

Por si no fueran suficientes la mencionadas declaraciones de un ministro casi inédito en sus actuaciones como Garzón, la “chulería” –no se expresarlo de otra manera y lo escribo sin ánimo de ofender– de la respuesta del jefe de Gobierno ante este real problema manifestando que a él lo que le encanta es un chuletón al punto no deja de ser una broma pesada, pero de mal gusto que no puede permitirse el dirigente de un Gobierno ante un problema de gran calado e importancia que, además, está incorporado a los proyectos de futuro de la famosa Agenda 2050. El señor Sánchez ha perdido la oportunidad de haber apoyado a su ministro, matizando todo lo que hubieran sido necesarias sus declaraciones ante un serio y real problema ante el que pocas bromas son de recibo. Esa actitud nos demuestra el mencionado problema de este Gobierno de coalición. La falta de coordinación entre las dos almas que laten en su seno y cuyas enfrentamientos y contrarias actitudes saltan a la palestra e menudo y con motivo de muchas de sus actuaciones políticas.

La conclusión es clara para muchos ciudadanos que lo apoyan. O solucionan ese candente problema o ése va a ser el caballo de Troya por donde se les cuele la derecha y extrema derecha en las próximas elecciones.

Compartir el artículo

stats