La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

J. M. Martín

Gotas de Chanel

J. M. Martín

“Hater-vision”

Ni veinte minutos pasaron tras la primera semifinal y en una publicación de la cuenta oficial de Eurovisión ya había más de 1.000 comentarios en los que primaban aquellos que tachaban de tongo la ausencia de Albania entre los finalistas. Improperios y malas formas sentenciadas por aquellos usuarios que no depuran sus palabras y utilizan las redes para criticar (“haters”).

En un tiempo en el que publicar en redes es gratis, a veces las palabras se convierten en armas y los insultos en bombas, causando auténticas batallas en la red.

La historia se repite. ¿Se acuerdan? Hace cuatro meses, la victoria de Chanel en el Benidorm Fest causó una polémica sin precedentes al tachar su triunfo de robo. Las redes ardieron y la artista llegó a recibir amenazas. Increíble.

Independientemente de los resultados de la primera semifinal, habría que analizar los causantes de dicho resultado. Ronela Hajati (representante de Albania) llegó a Turín con grandes apoyos, pero, tras los ensayos, recibió una gran presión al considerar indecoroso el uso de un lenguaje demasiado sexual en su coreografía y la propia artista reconoció sentirse insegura y derrotada. Por contra, Moldavia –uno de los países que pasó a la final, algo que los “haters” consideran injusto– utiliza alegres ritmos folclóricos con sonidos de acordeón e instrumentos de cuerda, que si echamos la vista atrás en el concurso, suelen dar muy buenos resultados.

Compartir el artículo

stats