Podemos, a las armas

Francisco García

Francisco García

Puede que Ciudadanos quede al pairo o hundido entre témpanos como el Titanic en los comicios que se avecinan. Lamentablemente, puesto que la extrema polarización de este país exige la fortaleza de un partido que se maneje en la equidistancia. Los centristas han pagado sin duda los errores estratégicos de sus dirigentes y han sido víctimas de la fagocitación del centro por parte de PP y PSOE, apremiados por fuerzas a su derecha y a su izquierda que restan cosecha a su granero.

Si la incoherencia ha sido práctica habitual de la dirección centrista, tanto o más cabe decir de Podemos, un partido condenado a la irrelevancia por una consecución de decisiones incongruentes, cuando no rayanas con el despropósito o el desatino. En su afán por utilizar la figura del Rey como muñeco del pim pam pum de sus extravíos, los morados han saltado como hienas sobre las palabras del Monarca en la Pascua Militar. Felipe VI consideró en su discurso institucional “evidente” la importancia de invertir en defensa y en mejorar las capacidades y condiciones de las Fuerzas Armadas en un marco internacional sobrecogido por la invasión rusa de Ucrania.

El inefable Echenique, azote motorizado de Borbones, valoró las palabras de la Corona como la justificación para “gastar más dinero público en bombas”. Sorprende que el diputado antimonárquico arremeta contra el Rey y no contra sus compañeros socialistas de Gobierno, que en la cumbre de la OTAN asumieron a pies juntillas la orden de gastar en Defensa el dos por ciento del PIB. Si su antimilitarismo es sincero, deberían abandonar un gabinete que no hace ascos a sus compromisos con la Alianza Atlántica. Pero de la coherencia en política no se come.

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