Asturias, conectada con el mundo y con el futuro

La creación de la Oficina Económica y Comercial de la región en Madrid

Carlos Paniceres

La prometida –y en la que estamos comprometidos– "década del cambio" trae causa de la necesidad de superación de las debilidades que se vienen arrastrando desde hace largo tiempo y que, resumidas, son las siguientes:

Las cuentas públicas y el conjunto de las privadas no son halagüeñas. Tal perspectiva viene a consecuencia del empequeñecimiento de nuestra economía, tras varias décadas de falta de dinamismo, por escasez de cultura y apoyo empresarial, sazonado con una baja tasa de actividad –a la cola de España–, y agudizado por una progresiva pérdida de población, con una intensa emigración juvenil –ante la falta de oportunidades–.

Lo que nos deja un doble problema: el más directo y evidente, la merma del recurso laboral generador de riqueza colectiva y, otro, indirecto, pero de gran transcendencia sociológica, la ausencia del colectivo social más proclive a aceptar y promover los ineludibles cambios de mentalidad para adaptar nuestra economía y sociedad a los nuevos desafíos.

Partimos de un escenario de baja productividad y, sin embargo, por distintas circunstancias –no sostenibles en el tiempo–, con una buena calidad de vida, lo que nos otorga una atractiva ventaja competitiva.

Por lo tanto, vivimos en el espejismo de una buena situación económica, que deriva en un escaso apetito en promover cambios, en asumir riesgos, en abanderar proyectos nuevos, adaptados a las evoluciones que en el mundo se experimentan. Es por ello por lo que la determinación política de afrontarlos es tan necesaria como valorable.

Todo esto contrasta con los muchos recursos y posibilidades disponibles, aunque ya se percibe que hay una parte de Asturias que funciona, todavía queda mucho para exprimir todo su potencial.

La Cámara de Comercio de Oviedo, entidad de derecho público, que forma parte de la mayor red empresarial del mundo, es muy consciente de esta situación y está comprometida con revertirla en favor del interés general, mediante el impulso del tejido empresarial y la colaboración público-privada, que redunden en una sociedad próspera, medioambientalmente sostenible y cohesionada.

La propuesta cameral está en construcción y se engloba en el "Plan Engrandecer Asturias", que, entre otras consideraciones, pasa por la innovación territorial, la Asturmetrópolis, cruzando por programas efectivos de cualificación y recualificación para el empleo, reforma de las administraciones públicas para mejorar su eficiencia, fiscalidad mejor orientada al impulso del empleo, que incremente sus ingresos por un aumento del tamaño de las bases imponibles, llegando hasta la atracción de nuevas inversiones empresariales y de talento, así como, la conexión de Asturias con el mundo y con el futuro, que modernicen, aumenten y mejoren nuestra economía y nuestra sociedad.

Es, precisamente, la captación de nuevas actividades empresariales y la exportación de productos y servicios uno de los retos que la Cámara viene afrontando y que quiere ahondar desde esta iniciativa de Oficina Económica y Comercial de Asturias en Madrid (OFECAS.MAD), desarrollada a través de la colaboración público-privada, entre el Gobierno del Principado y las Cámaras Oficiales de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Asturias.

Tan importante es la decisión de promover estas Oficinas Económicas y Comerciales como el acierto en su modelo de gestión. En un mundo globalizado con relaciones comerciales, sociales, culturales y políticas cada vez más abiertas y conectadas, ya hemos tenido tiempo de aprender que hay que salir y vender con determinación, tenemos mucho que mostrar, siendo también cierto que tenemos mucho margen de mejora para ser competitivos en el mundo.

Como consecuencia de los cambios tecnológicos y geopolíticos en los que vivimos es un tiempo especialmente adecuado para buscar y captar nuevas relocalizaciones y reindustrializaciones, pasado este momento, ante un nuevo ciclo industrial maduro, quizá ya pasen pocos trenes con oportunidades en un largo período.

Por eso es urgente mantener una representación permanente en un lugar como es Madrid, que ya pertenece a la gran liga de las ciudades globales, donde, a mayores, reside una muy importante, tanto en cantidad como en calidad, diáspora asturiana, iniciando un ambicioso plan que permita extender nuestras propuestas lo más ampliamente posible, desarrollando, entre otras acciones, las siguientes: prospectar mercados para promocionar nuestros productos y servicios; organizar actividades comerciales; asistencia y apoyo a los operadores económicos; captación de inversores para el desarrollo de innovadoras actividades empresariales generadoras de empleo en Asturias; actuar de radares y emisores de cualquier oportunidad que pueda redundar en la prosperidad social asturiana; y divulgar la cultura, el paisaje y el paisanaje, así como las ventajas y oportunidades de nuestra tierra, haciéndola atractiva al talento, verdadera materia prima de la economía del futuro.

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