El desamparo de la Justicia en paro

Francisco García

Francisco García

La Justicia asturiana acumula diez mil asuntos pendientes como consecuencia de la huelga en los juzgados, según estimó esta semana el presidente del Tribunal Superior, Jesús María Chamorro, quien valora que poner al día la situación costará al menos un año y obligaría a celebrar juicios vespertinos. Como en el cine, sesión de tarde.

La preocupación de Chamorro la comparten los abogados, que el próximo miércoles, al mediodía, respondiendo a la llamada de la organización colegial, se concentrarán ante las principales sedes judiciales asturianas, vestidos de toga, para que, “a quien corresponda, ponga fin a este desatino”, según reza la circular remitida a los togados. Los dos colegios asturianos de abogados denuncian la “insoportable situación” que sus miembros están padeciendo “derivada del hastiante cúmulo de huelgas en un servicio de Justicia paralizado hace meses”, lo que les obliga, por el daño colateral, a “a elevar el tono de nuestro hartazgo y enfado”.

Con cientos de asuntos laborales y de familia pendientes de resolverse, lo que afecta a despidos y a custodias de menores; con cientos de miles de euros en cantidades reclamadas retenidas por la parálisis judicial y con desahucios a la espera de solución, también los ciudadanos podrían pensar que esta huelga es de juzgado de guardia, aunque resulta razonable que los funcionarios judiciales aspiren a una mejora salarial como la conseguida antes por los letrados de Justicia, jueces y fiscales.

El caso es que esta huelga, legítima como todas, asfixia a la Justicia, exaspera a los abogados, a los procuradores y a los graduados sociales e incomoda a los ciudadanos, todo lo cual exige que se alcance cuanto antes un acuerdo que permita reactivar de forma inmediata la acción de juzgados y tribunales. La Justicia en paro es un desamparo

La ministra Llop debería resolver este contencioso antes de marcharse de vacaciones o de cerrar con sentencia desfavorable su etapa política reciente. No vaya a ser que en el próximo desembarco en Tazones vaya a tener que ser escoltada por los tercios de Flandes. Convendría que la titular de la cartera de Justicia, antes de perder los donuts no pierda el juicio.

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