Opinión | Editorial

La Corredoria, punto neurálgico para Asturias y para Oviedo

El secreto para frenar la sangría poblacional está en contar con buenas comunicaciones, una dotación de servicios, pisos de calidad a precios asequibles y un entorno amable

La Corredoria, punto neurálgico  para Asturias y para Oviedo

La Corredoria, punto neurálgico para Asturias y para Oviedo

La Corredoria es Oviedo y mucho más. Con una población de 20.000 habitantes y en constante progresión, estamos ante uno de los pilares demográficos de la capital. Pero, como valor añadido, el enclave, situado entre el nuevo Hospital Central y la principal área comercial de la región, por los que desfilan cada día unas 40.000 personas, se ha convertido en un punto neurálgico de la Asturias central. Esta ciudad dentro de la ciudad, tan singular y de fuerte personalidad, cuenta desde ayer con la primera edición digital de LA NUEVA ESPAÑA dedicada a un barrio, un proyecto inédito en la prensa asturiana.

El uso masivo de las nuevas tecnologías ha borrado las nociones de tiempo y espacio. En internet ya no existen las distancias, ni lo efímero. Todo permanece al alcance de todos desde cualquier parte. La interconexión no diluye, paradójicamente, la frontera de lo propio. Al contrario: la magnifica como hecho diferencial y multiplica, desde la perspectiva de los medios de comunicación, las posibilidades de ser útiles a la comunidad.

Lo que más necesitan los ciudadanos es saber lo que está pasando al lado de su casa para reconocerse como colectividad, encontrar su lugar en el mundo y entender mejor lo que ocurre muy lejos. Por eso este periódico impulsó sus ediciones digitales y ahora da un paso adelante, descendiendo del ámbito de los municipios al de los distritos. Un proceso de innovación y transformaciones constante entendido no únicamente como una manera de incorporar avances técnicos de vanguardia sino de pegarse a los lectores.

Elegir para emprender esta aventura el barrio más populoso de Oviedo, La Corredoria, que duplica en tamaño al resto, no es casualidad. Cuenta con un fuerte tejido asociativo, supera en vecinos a 71 concejos y concentra el mayor porcentaje de población infantil de la ciudad. Un pequeño milagro demográfico con reflejo en la situación de sus tres centros educativos de Primaria, llenos, y su instituto, saturado, con otro en construcción. Una delicia en el contexto actual.

En los años 70 del pasado siglo, lo que hoy vemos como un conjunto de espaciados edificios de arquitectura moderna, engarzado en el eje este-oeste que capitaliza el ensanche de la ciudad, era una vasta pradera. La rápida evolución del barrio ofrece algunas claves sobre el despegue que vive el área central. Porque el mismo auge se da en algunos núcleos próximos de Siero y Llanera. El secreto para frenar la sangría poblacional está en contar con unas buenas comunicaciones, una aceptable dotación de servicios, viviendas de calidad a precios asequibles y un entorno amable.

En La Corredoria se visualizan además dos fenómenos curiosos: la procedencia interregional y la presencia intergeneracional. El grueso de los primeros pobladores llegó desde las Cuencas y el Suroccidente. Las buenas referencias acabaron atrayendo a sus conocidos, como tirando de un racimo, hasta el punto de agruparse por localidades de origen en los mismos bloques. Los descendientes de esa primera oleada decidieron quedarse, atraídos por las ventajas que ya descubrieron los pioneros: una buena oferta inmobiliaria y la centralidad. Padres, hijos y nietos comparten vecindad.

A pesar del espectacular desarrollo de las últimas décadas y aun siendo el distrito de Oviedo que más crece, no es el que mayor riqueza atesora. Y ese reto queda por delante: imprimir dinamismo a su economía y multiplicar las oportunidades, con la investigación, la sanidad y la actividad comercial como referentes, sectores que cuentan ya con importantes equipamientos en la zona.

El peculiar sentido de pertenencia inclusivo arraigado en la idiosincrasia de esta tierra permite defender con la misma intensidad un barrio, una ciudad, un concejo, una región y un país sin que una condición excluya a otra, como en un juego de muñecas rusas. La nueva edición digital va a facilitar a los asturianos y a los ovetenses conocer más La Corredoria y a los vecinos de La Corredoria, compartir más con Oviedo y con Asturias, trasladando su relato a espacios amplios. El periodismo local se construye entre muchos y eso pretendemos: una relación directa, a pie de calle, para amplificar voces, unir fuerzas, experimentar formatos. Pero en especial escuchar, contando como siempre la verdad sin fallar a los hechos para renovar nuestro pacto de confianza con los lectores. Empieza una etapa especial, La Corredoria abre un camino lleno de ilusión y esperanza.