Divaneos

Los que creen en fantasmas

Así son quienes tienen visiones paranormales

José Luis Salinas

José Luis Salinas

Hay un determinado tipo de personas que tienen más posibilidades de ver fantasmas que otras. De creer en lo que realmente no existe. La explicación más sencilla suele ser siempre la más acertada y la más realista. Pero no para ellos, porque uno de los rasgos que mejor los definen, según los diferentes estudios psicológicos, es su incapacidad para percibir patrones aleatorias. Tienen una tendencia fuera de este mundo para unir puntos donde realmente no hay nada. Nada de nada.

En una encuesta a la que le ha salido ya polvo, se hizo hace 20 años, un CIS pre Tezanos preguntó a los españoles si creían, así en general, en los fenómenos paranormales. Un sorprendente 20% respondió afirmativamente; además un 9% también aseguró que creía en la videncia, en aquellos que te explican el futuro basándose en la más absoluta nada. En Estados Unidos hay estudios más recientes que elevan esos porcentajes hasta el 40% de la población. Sorprendente, aunque no tanto viendo la deriva de aquel país.

Hubo un grupo de psicólogos británicos que hizo un estudio revisando decenas de estudios sobre este tema durante las últimas tres décadas. Una tremenda labor de análisis que incluyó la lectura y el estudio de 902 estudios científicos; aunque muchos no pasaban el corte de calidad establecido por estos psicólogos y fueron directamente rechazados. De los que sí que pasaron fueron analizando elementos comunes, los había que analizaban el funcionamiento cognitivo de los individuos estudiados, de sus sesgos perceptivos, de su razonamiento, de su pensamiento crítico y sus funciones ejecutivas. Entre tantas letras, números y gráficos, lo que descubrieron es que las personas más sensibles a ver fantasmas tienen unos rasgos comunes. Como esa tendencia a ver patrones dónde no los hay; y tienen una manera de pensar que es muchísimo más intuitiva que analítica. No les importa tanto que los datos les puedan contradecir tienen a dejarse llevar por sus intuiciones porque consideran que ese es el camino correcto, aunque se den con un muro. Les da igual.

Decía el sociólogo Christopher Bader, cuyas palabras han sido replicadas en diversos artículos, que "el primer requisito para que haya un fantasma es que haya alguien que crea que lo hay". Es decir, que lo importante es la percepción, que estemos predispuestos a ver una de estas presencias. Esa es una visión (nunca mejor dicho) que cuadra con la descripción de muchos de estos estudios psicológicos que aseguran que los factores emocionales tienen un papel determinante para que surjan estas apariciones. Es un punto de vista más biologicista y defiende que quienes ven fantasmas es porque pasan por altos niveles de ansiedad, estrés o depresión que, debido a esa fragilidad cognitiva tienen una mayor tendencia a malinterpretar eventos ambiguos. Esas creencias paranormales repentinas pueden ser una especie de barrera para hacer frente a situaciones traumáticas o dolorosas.

Christopher C. French publicó hace unos añitos el libro "Anomalistic Psychology: Exploring Paranormal Bielief and Experience", y, aunque no hay unas conclusiones como tal sobre el origen o la naturaleza de estos fenómenos sí que se desliza que en las creencias paranormales juegan un papel importante los factores sociales y los culturales. Los relatos populares y religiosos sobre el más allá tienen un papel esencial para sugestionar a los más débiles. Bueno, sí que hay una conclusión. El autor asegura que todos los fenómenos paranormales pueden ser explicados mediante mecanismos y conceptos científicos bien conocidos como la sugestión, la ensoñación, las alucinaciones, los sesgos cognitivos y los sesgos de memoria.

He dejado lo más jugoso para el final. Al término de los noventa, el psiquiatra y profesor en la Escuela de Medicina de Harvard, John E. Mack, publicó un libro titulado "Passport to the Cosmos" con entrevistas a personas que creían haber sido abducidas por los extraterrestres. El enfoque empático del autor hace que los relatos sean de una enorme valía. Explora las descripciones de los entornos alienígenas y las interacciones con los humanos y también las repercusiones emocionales, cognitivas y espirituales de estas experiencias. Descubre un patrón en las narrativas: todos hablan de que los extraterrestres les hicieron pruebas médicas, y que, tras la "captación", todos sufrieron un cambio en sus vidas. Son mucho más espirituales que antes. Ver a ET les cambió para mejor.

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