Esto no es Kansas

Al Oviedo se le ha puesto cuesta arriba el camino de baldosas amarillas y en su corto recorrido ha encontrado, hasta ahora, más obstáculos y peligros que recompensas. En busca del Mago de Oz, y de volver a casa, Dorothy tiene como acompañantes a un espantapájaros, que desea un cerebro; un hombre de hojalata, que quiere tener corazón; y un león cobarde, que busca valor. Tres anhelos que se unen al de la niña, que es el regreso a Kansas, a su hogar. Cerebro, corazón y valor, los tres ingredientes que necesita el equipo azul tras un inicio para olvidar. La cuestión es saber qué proporción se precisa de cada uno porque hay en el fútbol moderno quien se siente demasiado tentado a colgarse del valor y del corazón, elementos que siendo imprescindibles, sirven de poco sin cerebro. En las tres primeras jornadas no se vio mucho de nada. En la cuarta ha empezado a equilibrarse la mezcla, pero esto sigue sin ser Kansas, Totó. Magos, parece ser que sobre el papel hay unos cuantos en la plantilla, aunque el de la novela no acaba siendo lo que parecía, sino un ilusionista. Que no pase. Ahora solo queda ver el vaso medio lleno para afrontar el derbi con cierta ilusión. Eso y la historia reciente de los enfrentamientos, que siempre invita al optimismo. Y hay que tener presente que, como enseña esta historia, "lo importante no son las cosas que nos pasan, sino lo que hacemos con las cosas que nos pasan". No tanto las plantillas como lo que somos capaces de hacer con ellas.

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