Asturias está aguardándote

Es de aplaudir la iniciativa sindical para que Asturias empiece a mentalizarse de que la cultura minera, tan material ella, pase a ser Bien Inmaterial. Qué es eso, impregnarse en la memoria viva para el continuo de generaciones y como escaparate universal, respetando y preservando su esencia. Los hombres pasan, las obras quedan.

Como bien apuntan en la iniciativa, la cultura minera es algo más que máquinas y castilletes. Es un "pueblo ejemplar" que se vuelca en preservar costumbres, edificios e historia fundiendo el ser de una sociedad que justifica el ingenio, de lo humano frente al entorno, a los elementos que permiten subsistir en armonía. A la tierra hay que devolverle lo que nos dio.

¿Por dónde empezar el expediente y memoria de un fin que aglutine y justifique esa globalidad unívoca, holística de la actividad minera en Asturias?

Son tantas las facetas, áreas de conocimiento e interacción socio cultural identificando a Asturias con la mina, que hace muy difícil el punto de partida. ¿Por dónde empezar?

Del blanco de ojos minero al contraste rostro ennegrecido tras la dura jornada; a la inspiración por neumoconiosis de tantos productores.

De la tarde amarilla, que tres hombres no volvieron, a cuanto resarcimiento y júbilo por la autoridad internacional regando Asturias para enfriar barricadas, descontentos cara al futuro de reconversión.

Del orfelinato minero a la espectacular Escuela de Ingenieros Industriales de Mieres, la que tiene la entrada por la estación.

De los primeros railes, que guiaron la máquina para transportar mineral desde Arnao, al valle de Samuño, sueño de xanas y trasgos.

De la vaca "mocha", en Vega de Gijón, a Villabona y su pozo San Ismael, haciendo hagiografías de los patrones. Hasta Santa Bárbara bendita.

De la Brigada de Salvamento Minero, a los museos de minería.

Del blog de Acevedo, a las mujeres de luto; hasta la conciencia minera del "cómo te llames guaja", Aida.

¿Por dónde empezar?

Cualquier trabajador de campo, etnógrafo, puede enfilar desde Ciaño el valle de Samuño. Cada vivienda abandonada revela el rumor de los arroyos lavaderos, el chirriar de los postes o la intuición del grisú. Todo es inmaterial.

Bien hallada esta loable iniciativa por el Bien de Interés Cultural Inmaterial. Asturias está aguardándote.

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