Independientes muy dependientes

Pedro de Silva

Pedro de Silva

Bienvenido sea el arbitraje por la Comisión de la UE del enquistado conflicto del Consejo General del Poder Judicial, cuya cronificación hacía ya de esa anomalía un punto negro en Europa. A fin de cuentas ese tipo de apelaciones voluntarias a instancia superior dan cuenta de un poder europeo que nos modera, aunque sea in extremis. Más difícil es que la intercesión del Comisario Reynders, aunque desbloquee el conflicto, pueda arreglar el fondo del asunto, que es el inveterado afán de partidos o corporaciones, de un signo o de otro, de copar y repartirse las instituciones, un mal de nacimiento que ha dado lugar a una especie de constitución en la sombra, pues escasa confianza inspirará el entramado institucional suprapolítico –el Consejo General, el Tribunal Constitucional– si al final la lealtad del "independiente" hacia quienes lo han colocado allí es la medida de todas las cosas.

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