Queriendo vivir a la carta

Para muchos adolescentes y jóvenes actuales que crecen en una sociedad tan tecnologizada, donde las entradas para los conciertos se sacan con el móvil, el billete de avión, las compras de ropa, las aplicaciones para ligar y un largo etcétera está contribuyendo a crear la idea de que puedo llevar una vida a la carta, donde no hay límites y a golpe de clic se puede tener todo, con dinero, claro. Esta falsa ilusión de cómo funciona el mundo, y en particular el mundo digital, también ocasiona el que algunos jóvenes lleguen a creer que se pueden hacer ricos con internet invirtiendo muchas horas en negocios en la red, aunque con el tiempo el principio de realidad se impone y les muestra el verdadero rostro del mundo digital; si además añadimos la escasa tolerancia a la frustración que presentan determinados jóvenes, entonces el cóctel es perfecto para encontrarse verdaderamente estafados por el mundo que les toca vivir.

Los influencers son los nuevos modelos a seguir, sin embargo, no poseen ninguna virtud, simplemente comparten su intimidad con los demás, generando confianza en unos adolescentes y jóvenes todavía formándose y muchos sin ningún espíritu crítico respecto a lo que consumen a través de la red. Crecer creyéndose todo lo dice alguien que tiene muchos likes puede llegar a ser verdaderamente peligroso.

No resulta nada fácil ni educar, ni crecer en un mundo tan lleno de estímulos, de falta de valores, y contradicciones, pero lo importante para empezar sería poner límites como en su día ponía la televisión con su "Carta de ajuste", allá en el siglo pasado, o las iniciativas de las asociaciones de padres prohibiendo el uso del móvil en los colegios, además de fomentar todas aquellas actividades fueran del mundo digital y, por supuesto, educar con sentido crítico respecto a lo que aparece en una pantalla, sea en el soporte que sea.

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