Opinión

Como si fuera la Ley de Boyle

A mayor presión fiscal, menor volumen de llegada de inversión, de población y de crecimiento

La Economía es una ciencia social que estudia el mejor modo de utilizar unos recursos escasos de una sociedad frente a unas necesidades ilimitadas para lograr el máximo bienestar posible entre sus miembros y en el que, además de afectar factores objetivos y tangibles. influyen otras variables que son difíciles de medir.

En situaciones económicas y políticas de incertidumbre y de cambios constantes se genera en los ciudadanos contribuyentes e inversores un clima de miedo que paraliza cualquier actuación o que la que se inicie no se haga con seguridad y los impuestos son una de las variables que nos influyen.

El panorama fiscal del Principado de Asturias se podría traducir en una fórmula de la física que indica que, cuando aumenta la presión, el volumen tiene una relación inversa si la temperatura se mantiene. Aunque en este caso hablamos de la Ley de Boyle como una de las leyes de los gases, nosotros podríamos trasladar esta misma conclusión a nuestro sistema impositivo regional: a mayor presión, menor volumen de llegada de inversión, de población y de crecimiento y sobre todo si se mantiene este sistema de financiación regional obsoleto y profuso.

En líneas generales no ha habido una variación significativa en los datos respecto a los últimos años como fiel reflejo de un sistema de financiación autonómico que está en un estado de agotamiento. Tenemos una reforma del sistema de financiación pendiente desde el 2014, ya han pasado diez años y se vislumbra que es un asunto complicado al no existir un consenso sobre las grandes líneas de la reforma, siendo ésta más que necesaria para un reparto justo y equitativo.

En líneas generales, se establecen un gran número de beneficios fiscales de muy compleja comprobación y de escasa relevancia para los contribuyentes, siendo poco efectivos y de escasa recaudación, dudando mucho que alcancen los objetivos por los que han sido creados.

A esto añadimos que la situación política actual provoca un escenario de gran incertidumbre en nuestra economía, haciendo difícil la consecución de acuerdos, siendo también un escollo para los inversores.

Si nuestra economía es menguante, debemos repensar en el ámbito tributario para hacer cambios que ayuden a que se dinamice. Precisamente la normativa europea va en la línea de controlar el gasto público, la deuda y el déficit.

A mediados de este mes el Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF), órgano especializado del Consejo General de Economistas, presentó su nueva edición del informe anual sobre el Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral. En él se analiza la recaudación de las figuras tributarias del sistema tributario y repasa detalladamente la regulación con sus modificaciones, las tendencias y el panorama de los impuestos de las diferentes comunidades autónomas. Este informe nos sirve a los economistas y profesionales para obtener unas conclusiones sobre las diferencias de tributación en determinados impuestos en función a la residencia del contribuyente, nos permiten situar en el mapa fiscal a las diferentes comunidades autónomas y hacernos a la idea de las problemáticas que tiene que enfrentar España dentro del panorama internacional.

En el Colegio de Economistas de Asturias hemos analizado la parte que afecta a nuestra región en lo relativo a las diferentes figuras de tributación, haciendo una comparativa con el resto de España. De ello, se extrae que:

Once de las diecisiete Comunidades Autónomas han reducido sus tarifas para minorar el efecto de la inflación que hemos vivido estos años con la subida de los precios. En Asturias hemos optado por aplicar una serie de bonificaciones fiscales que en general no tienen mucho impacto a nivel de recaudación y que se dirigen a circunstancias personales muy concretas. Esas ayudas, por ejemplo, en el IRPF van destinadas a contribuyentes de entornos rurales con riesgo de despoblación y de rentas bajas.

Respecto a los tipos de gravamen aplicables por las comunidades autónomas en el IRPF, Asturias es la segunda comunidad en el tramo más bajo de rentas después de Catalunya y la cuarta en el tramo superior, con lo que nos hace estar siempre en la parte alta de la tabla para rentas de nivel medio-bajas.

Cabe destacar como aspecto que en parte puede parecer positivo pero que tiene luces y sombras; se trata del cambio introducido en el Impuesto sobre Donaciones, donde se aplica una nueva tarifa para los grupos I y II en la que el tipo impositivo se reduce al 2% para los primeros 150.000 euros. En el caso de una donación de este importe existe un ahorro de 8.700 euros respecto al año anterior, pero, si la donación es de 800.000, la tributación se incrementa en 4.300.

La parte positiva llega cuando se analizan las modificaciones introducidas en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales ya que se amplía el ámbito subjetivo de aplicación del tipo reducido por adquisición de vivienda habitual a jóvenes de hasta 35 años, familias numerosas y mujeres víctimas de violencia de género. Además, el tipo se reduce de un 6% a un 4% siempre que el valor del inmueble no supere 150.000 euros. Y se introducen también cuatro nuevas deducciones del 100% para las siguientes operaciones:

·Transmisiones suelo rústico

·Transmisiones a las que les sea de aplicación algunas de las reducciones previstas en la ley de modernización de las explotaciones agrarias,

·Transmisiones de maquinaria agrícola y

·Transmisiones inmuebles para construcciones de vivienda protegida.

No ocurre lo mismo con el impuesto de sucesiones. Hasta las comunidades autónomas que estaban próximas en recaudación de este impuesto han relajado la presión a los contribuyentes, camino que no hemos seguido en Asturias y seguimos encabezando la lista en recaudación para aquella tributación siempre que se excedan los 300.000 euros exentos del grupo I y II.

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