Opinión

Dos años de reforma laboral

Los efectos de la ley que regula la relación entre empresas y trabajadores

Javier Fernández Lanero es secretario general de UGT Asturias 

Ahora que se cumplen dos años de la aprobación "por error" de la reforma laboral, podemos decir, con datos en la mano, que es la ley más importante y efectiva en mejora de derechos de la clase trabajadora que se ha aprobado en los últimos años. Y que, lejos de las profecías recurrentes e inalterables de las asociaciones empresariales, ni ha destruido empleo, ni ha afectado al crecimiento empresarial y la competitividad de las empresas, ni ha quebrado la negociación colectiva y ni ha repercutido negativamente en el crecimiento económico. En definitiva, España no se ha roto, sino más bien todo lo contrario.

Se puede comprobar cómo esta reforma ha reducido drásticamente la temporalidad –hoy el 40% de los contratos que se hacen son indefinidos, cuando antes apenas eran el 10%–, cómo los datos de creación de empleo mejoran y cómo aumenta la la afiliación a la Seguridad Social. Además, se ha reforzado la negociación colectiva al prevalecer el convenio sectorial provincial sobre el convenio de empresa: hoy son más los trabajadores y trabajadoras que tienen garantizado que su salario no va a disminuir, sobre todo en aquellas empresas donde no hay sindicatos. Porque las empresas tienen que respetar las tablas salariales pactadas en los convenios sectoriales provinciales, algo de lo que se beneficia sobre todo la clase trabajadora más precaria, especialmente jóvenes y mujeres.

Además, las empresas se benefician de esta reforma porque se han potenciado las medidas de flexibilidad interna como son los ERTE, que ayudan a las compañías en dificultades, evitando así cierres y despidos. Y, sobre todo, esta reforma ha generado un consenso dentro de un clima negociador, que ha relanzado el diálogo y la concertación social, posibilitando muchos más acuerdos y contribuyendo a mucha mayor dosis de paz social.

Frente a las profecías de las patronales y los negacionistas de los acuerdos, esta norma ha aumentado la paz social y el diálogo

Eso manda un mensaje claro a los negacionistas de los acuerdos que solo saben mirar a sus intereses partidistas y a la Unión Europea. Somos un país de consenso social, totalmente fiable para gestionar los recursos económicos de los Fondos de Recuperación y Resiliencia y los Fondos de Transición Justa. Pero ya dijimos a su firma, hace dos años, que esta reforma era un primer paso para poder acordar un nuevo Estatuto de los Trabajadores y Trabajadoras del siglo XXI.

Además, hay que caminar hacia la reducción de la jornada de trabajo de 35 horas a la semana y hacia las nuevas realidades a la hora de organizar el trabajo como consecuencia de la digitalización, las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial y el uso y abuso de los algoritmos. Sin olvidarnos de todo lo relativo a los despidos, donde esperemos tener pronto un dictamen positivo del Comité Europeo de Derechos Sociales que obligue a nuestro país a mejorar las cuantías de indemnización, porque las actuales son muy bajas y no tienen en consideración la situación personal de la persona despedida, como así mandata la Unión Europea.

Sin ninguna duda, esta reforma laboral, que se aprobó en el Parlamento, es el inicio de muchas cosas que aún quedan por conseguir y por las que seguiremos luchando desde la UGT.

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