Opinión

Insultos a Óscar Puente

El Ministro entiende el tuiterío

El ministro Óscar Puente ha pedido a su equipo que le recopile columnas de opinión donde se le insulta. Ayer publicó en X, Twitter, algunos de los improperios que se le dedican desde las tribunas periodísticas. Por raruno merece la pena resaltarse el de "mingitorio". También aparece "cafre", que es un término al que uno le tiene mucho cariño, dado que mis progenitores no descartaban adjudicármelo en caso de travesura o de notorio incordio por mi parte. Niño, deja de hacer el cafre con la pelotita. El ministro a lo mejor no consigue que los trenes sean puntuales en España, pero puede sacarse un doctorado en periodismo. En un tipo de periodismo. Puente es una musa. Qué diría Umbral de Puente.

Uno es también quien le insulta y no puede negar este hombre que algunas de las que pasan por ser las mejores plumas de España piensan mucho en él. A esta hora hay un prócer de la profesión dedicado a pensar insultos igual que Josep Pla pensaba adjetivos liando cigarrillos. También hay mucha morralla. Mucho periodistín de provincias, como yo, por ejemplo, que no aspiro a colarme en el resumen de prensa que diariamente le pasan a Puente. Cuando uno es un joven columnista piensa en pasar los seis meses de prueba. Cuando es un columnista medio estable piensa en pasar a la posteridad. Finalmente, con los años, quieres pasar la prueba de que alguien te lea en el café con una sonrisa y te mande un whatsapp. Los columnistas ya no derriban gobiernos, aunque sí tumban a algún concejal o ponen en apuros a un consejero autonómico. Eso sí, pueden lograr que de una vez el Área de Parques y Jardines adecente un parterre de su barrio y poden esas ramas que cualquier día se van a caer y vamos a tener un disgusto. Puente es el que mejor ha entendido el tuiterío: aquí no se viene a hacer amigos, hay que plantarles cara a los faltones y como me rechistes te bloqueo.

Una función del periodismo era molestar al poder. Ejercer la crítica, fiscalizarlo. Pero ahora que está débil, el periodismo, se le responde mucho más desde el poder. O se le amplifica.

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