Opinión

La cantilena del referéndum

Todo nacionalismo se alimenta de batallas perdidas y aspiraciones por lo general quiméricas. En Catalunya la posibilidad de un referéndum soberanista era ya remota antes del procés, pero tras fracasar este al ser llevado con tanta insensatez como indecisión (la peor mezcla), el experimento activó el sistema inmunitario de España, o sea, el españolismo, que ahora rebosa anticuerpos políticos e institucionales. Por tal motivo aunque el referéndum de independencia aún figure en el libro de estilo del discurso nacionalista catalán, no pasa de eso. Como mucho, habrá un caladero de entre medio millón y un millón de catalanes que, al no haber recuperado el sentido común (el sein) tras haberlo perdido, todavía lo crean posible. El soberanismo no puede descuidar ese banco de peces, ni los gestores del anticuerpo dejar de agitarlo, pero la gente seria no debería dejarse impresionar por la murga.

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