Opinión

De García a García, Boticaria

Recomendaciones a la más divertida divulgadora de salud del país

Boticaria García, el miércoles en el Club del periódico.

Boticaria García, el miércoles en el Club del periódico. / Irma Collín

De García a García, Boticaria, de toledano a conquense, que castellano-manchegos somos y allí no nos las dan con queso. Ya te digo yo que el azúcar no engorda, que quien engorda es quien devora azúcares con avidez en sus distintas y variadas modalidades. Mira tú que recomendar sentadillas a quienes pasan media vida sentados, a los que heredamos varices por vía familiar materna, que ya podría habernos caído en herencia un ático en la calle Uría. O mejor en Zocodover, que en la región natal se paga menos por el impuesto de sucesiones, que en cuestión de impuestos, como en el respeto ciego a los designios del gran timonel, García Page es más laxo que Barbón.

Boticaria, ¿cómo vamos a adelgazar cambiando la letra al himno de Asturias? De acuerdo: tengo que comer mas fabes, tengo que comer pixín. Ocurre que se trata de alimentos saludables de toma pan y moja. ¿Por qué cree que los asturianos llaman compango al lacón, a la morcilla y el chorizo? Porque les fabes reclaman siempre la mejor compañía, a la mesa y en el plato. O sea, que si después de una fabada quieren perder peso, lo mejor es hacer caso al himno: a subirse más veces al árbol y a caminar más lejos a coger la flor. A por hortensias a Valdés.

Cuando uno comparte los días y las noches con una vegetariana sabe bien de las virtudes teologales del brócoli. Boticaria García, deberías emplear tus evidentes artes disuasorias en convencer al presidente del Gobierno de que para curarse de la influencia nefasta de los radicales libres catalanes, en lugar de promulgar leyes de amnistía debería cambiar de dieta: menos mojar los calçots en salsa y más betacarotenos. Menos palo y más zanahoria.

Dicho lo cual, paisana, eres una “crack. Mejor comunicadora dietética y más divertida no existe. Te escuché cinco minutos el miércoles entre bambalinas en el club del periódico y se me fue el estrés. Y se me hizo más liviano el ayuno intermitente.

Dices que para generar endorfinas hace falta ejercicio físico, dieta saludable, actividad lúdica al aire libre y dormir más. Añado a tu lista, de García a García, otro precepto: practicar más sexo, sea manchego, de cabrales, afuega ´l pitu o gamóneu.

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