Opinión

El calentamiento global y la captura de CO2

Somos ya muchos. Creced y multiplicaos nos dice el Génesis. Si pudiéramos introducir en el cerebro de aquellos primeros sapiens sapiens todo el conocimiento que ahora tenemos sobre la vida, la biología y la evolución, nunca hubieran imaginado que en tan pocos años seríamos tantos y que hubiéramos cumplido el precepto bíblico "ocupad la tierra". Los expertos se reunieron hace unas semanas para decidir si se debería cambiar el nombre de esta era geológica. Se proponía denominarla Antropocena. Porque también se ha cumplido el mandato "sometedla, ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos". El ser humano ha trasformado la corteza y la atmósfera de nuestro planeta y con ello la vida aquí.

El televisor mostraba las imágenes de una catástrofe en la costa este de EE UU, de esas que denominamos naturales en contraste con las que de manera voluntaria infligimos, un buen ejemplo es la guerra de Gaza. Un parroquiano del bar comentó: "Quizá ahora se pongan las pilas y empiecen a limitar el uso de petróleo. De seguir así, la Tierra pronto será inhabitable para nuestra especie, ¿qué les dejamos a nuestra descendencia?". Su interlocutor, apoyado en la barra, dirigió la vista a los pies como para concentrarse o dudando si contestar y al fin dijo: "Tengo fe en el ser humano ¿no ves cómo hemos salido de la pandemia con vacunas diseñadas en tiempo récord? ¿no crees que sabremos inventar la forma de resolver este problema? Somos una especie de éxito". Efectivamente los somos, gracias a nuestra inteligencia, a la capacidad de trasmitir el conocimiento y la tecnología y a la de proyectar el futuro. En eso confiamos.

No cabe duda de que nunca el ser humano disfrutó de tanta vida y tanta salud. Lo lógico es que ahora que somos tantos, sufriéramos las consecuencias de la superpoblación: epidemias, hambre y también guerras. Sin embargo, nunca en la historia conocida, nuestra especie estuvo mejor alimentada, vivió tantos años y tantos con buena salud y, aunque la percepción no lo confirme, con tanta seguridad. Hay, proporcionalmente, menos asesinatos y menos muertes por guerras. Sin embargo, no podemos obviar una realidad: no hemos sabido, hasta la fecha, detener la contaminación que amenaza nuestra supervivencia. El éxito en la sustitución de los CFC que destrozaban la capa de ozono parecía iniciar el camino, pero todos los esfuerzos para evitar el uso de combustibles fósiles han sido un fracaso. Hay demasiados intereses, demasiados actores implicados (cada uno de nosotros) y las alternativas no son atractivas porque exigen mucho esfuerzo y sacrificio.

¿Podemos confiar en el ingenio humano para resolver este problema? En Islandia se pondrá en marcha un enorme dispositivo para captar CO2 de la atmósfera e inyectarlo en la corteza terrestre donde se convertirá en un fósil artificial. Cosiste en dos cajones inmensos con unas bocas desde donde el vacío absorberá el CO2. Se alimenta con la energía que produce el calor de la tierra, tan disponible en esa isla. Esa máquina, que no sé cuánto dióxido de carbono produjo en su fabricación, logrará capturar 36000 metros cúbicos al año. Emitimos 36000 millones, necesitaríamos un millón de estas máquina para compensarlos, más si queremos revertir el cambio.

Hay otras iniciativas, algunas inquietantes como por ejemplo la que propone "cristalizar" los mares para que la energía solar se refleje de manera que se enfríen. Ya se ha encontrado el tamaño ideal de esos cristales. Las consecuencias de esta intervención, si se realiza, son difíciles de prever. También las petroleras, sabiendo que su futuro es complicado, además de potenciar energías limpias desarrollan sistemas de captura de CO2. Un buen ejemplo es la compañía Occidental que proyecta un sistema alimentado con energía solar que capturará medio millón de metros cúbicos al año. Su plan es construir en poco tiempo 100 máquinas como esa. Tiene autorización para emplear parte del dióxido de carbono que inyecte en la tierra para sacar petróleo. Incrementará así su producción. Con esa y otras estrategias, el año pasado se alcanzó un nuevo máximo en el mundo. De todas formas, las grandes compañías no son inmunes a la crítica ni ignoran las amenazas y regulaciones. Hay un acuerdo amplio de llegar a ser "neutrales en carbono" en 2040. En principio, no mediante la reducción de la producción. Tiene que ver con los créditos. Uno puedo comprarlos de muchas formas de manera que puede seguir extrayendo. Y lo están haciendo: desarrollan y preservan bosques, apoyan proyectos de energía renovable o pagan por el secuestro de carbono.

En el ser humano conviven muchas fuerzas y tendencias. Nada hay en la naturaleza que pueda compararse a las acciones del Homo sapiens. En vez del aforismo "cuánto más conozco a los hombres más quiero a mi perro" prefiero decir "cuanto más conozco el mundo más admiro a los seres humanos". Poliédricos e impredecibles, imaginativos y osados, hemos hecho más habitable para nosotros la Tierra y haciéndolo, la estamos destruyendo. Somos así. Creamos maravillas que nos ensalzan, como una sinfonía de Beethoven o un poema de Verlaine y a la vez dañamos sin piedad a nuestros congéneres, a otros seres, nuestra casa que es la Tierra.

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