Opinión

No nos sabemos cuidar bien

Reflexiones en el Día Internacional por la Salud de las Mujeres

"Tengo la sensación de que no me da la vida", "parece que no llego a tiempo a las cosas", "no disfruto de los niños tanto como debería", "estoy agotada", etc.

Las mujeres hoy en día nos hacemos continuamente estos comentarios en nuestra cabeza. El problema es doble porque la sociedad nos empuja a criar a nuestros hijos como si no tuviéramos trabajo, y a trabajar como si no tuviéramos hijos. Los últimos estudios realizados por la OMS ponen de manifiesto que compatibilizar la vida laboral con la familiar cada vez se hace más cuesta arriba, conozco muchísimas mujeres que tienen la misma sensación, todas ellas tienen como característica común el perfeccionismo que lleva a juzgarnos continuamente y a sentirnos culpables por no llegar a todo.

Las mujeres perfeccionistas contabilizan sus éxitos como cero y sus fracasos por el doble. Cuando consiguen hacer todo en su trabajo y familia lo interiorizan como aquello les toca, sin valorar todo lo que son capaces de hacer. Sin embargo, ante un mínimo error, como por ejemplo olvidarse de meter algo en la mochila de sus hijos/s, no enviar un correo, no acordarnos del cumpleaños de un compañero, etc., sentimos que todo lo que hacemos no es suficiente, y conectamos rápido con la inseguridad y la imperfección.

Es fundamental que las mujeres hoy día nos demos cuenta del cambio generacional que ha habido. Antes las mujeres en su mayoría no trabajaban y se dedicaban a la crianza de sus hijos, mientras que el hombre, era el que iba a trabajar y llevaba el dinero a casa. Hoy en día las mujeres no solo trabajan, sino que prosperan enormemente en la sociedad. Esto ha hecho que haya un quiebro con mucha parte de la sociedad que le cuesta aceptar que las responsabilidades ahora son mutuas, que dar valor a la pareja y hacerla brillar, no es que te haga sombra, sino que es ser equipo, y que el respeto y la admiración tienen que formar el groso del matrimonio. Y también por parte de las mismas mujeres en muchísimas ocasiones nos sentimos culpables cuando vemos que no llegamos a todo de una forma perfecta, y creyendo ilusamente en ocasiones que todo tiene que estar supervisado por nosotras para que salga bien, esto hace que acabemos la jornada y el día totalmente agotadas. Cargando todo el peso en nuestra salud mental y aumentando los casos de ansiedad y depresión.

Porque seamos sinceras con nosotras mismas, no nos sabemos cuidar bien: siempre estamos para toda la familia, pero pocas veces miramos lo que nosotras necesitamos realmente, a veces es un simple parar un poco y hacer una horita de gimnasio o de relajación, o simplemente practicar algún hobbie como la pintura, el baile o la fotografía. Es fundamental cuidar nuestra mente ya que es el motor del cuerpo y muchas de las enfermedades que se han estudiado se han visto íntimamente relacionadas con ansiedad o estrés.

La importancia de poner límites a nivel laboral y personal, para poder dar lo mejor de mí, es crucial, de lo contrario los problemas de conciliación, el burnout, el estrés, y el agotamiento serán la tónica de nuestra vida. El próximo 28 de mayo es el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, y un día más tarde Mujeres de Empresa realiza una jornada dedicada a temas de salud en la mujer, donde hablaremos de la importancia de un liderazgo saludable.

Hoy en día se ha normalizado muchísimo más la figura de los psicólogos, aunque sí que es cierto que nos sigue constando, porque nos entra un sentimiento de culpa enorme pensando que nosotros no podemos resolver la situación, y nada más lejos de la realidad, lo más inteligente es acudir a un profesional que te dote de herramientas para salir de la situación, porque muchas veces cuando estamos dentro del problema nos cuesta ser objetivos con nosotros mismos. Desde aquí animo a todas las mujeres que se sientan agotadas física y psicológicamente a que a acudan a los profesionales de la salud mental para que podamos ayudarlas a tomar decisiones, resolver conflictos, priorizarse cuando toca y saber también dosificar las fuerzas, las energías, porque si nosotras no estamos bien, los de alrededor nuestro tampoco lo van a estar.

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