Ribadesella,

Daniel BÁRBARA

El Gobierno del Principado declarará el proyecto del Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo de interés general, para evitar trabas urbanísticas y conseguir que las obras de construcción del edificio se desarrollen lo más rápido posible. Así lo trasladó ayer en Ribadesella la consejera de Cultura, Ana Rosa Migoya, quien indicó que las administraciones regional y local han optado por esa vía, porque es «mucho más rápida y ágil», y porque «permitirá cumplir los plazos de la obra de construcción». La declaración de interés general se oficializará en una próxima reunión del Consejo de Gobierno del Principado. El edificio se levantará en la cantera de Corcuvión, junto al polideportivo de la villa, costará casi 8 millones, empezará a construirse este año y estará listo en 24 meses. Cultura culminará el proyecto de contenidos de la sede museística durante la construcción del edificio.

La consejera de Cultura trasladó a este respecto que la construcción del inmueble en la cantera de Corcuvión, justo enfrente del polideportivo municipal de Ribadesella y muy cerca de la cueva de Tito Bustillo, «no tiene un encaje» en el actual plan urbanístico local, por lo que el Ayuntamiento, sin declaración de interés general, debería de optar entre dos opciones: modificar el documento urbanístico o elaborar un plan especial para la construcción del inmueble en esta zona. Dos opciones que, debido al estado de paralización en el que se encuentra en la actualidad el urbanismo riosellano y a los complejos trámites a seguir, generarían unos retrasos importantes en la ejecución del proyecto museístico. La declaración del edificio como de interés general acortará la tramitación y permitirá iniciar la construcción del edificio este mismo año, según adelantó el alcalde riosellano, José Miranda.

Una vez puestas en marcha las obras de construcción del inmueble se procederá a la presentación de los contenidos de la sede museística, un proyecto que se encontraba a día de ayer en fase de revisión. «El proyecto museográfico está ahora mismo en supervisión, es decir, lo que queremos hacer es iniciar las obras del edificio y mientras que hacemos toda la tramitación de inicio de obras del inmueble se dará el visto bueno al proyecto museístico que presentaremos en las próximas fechas», indicó Migoya.

La consejera de Cultura aseguró que han quedado definitivamente atrás los problemas suscitados hace varios años entre las dos administraciones implicadas en este proyecto, debido a la inversión que se iba a realizar en el futuro Museo de Tito Bustillo. «De aquellos problemas ya no nos acordamos y ahora hay una colaboración absoluta por parte de las dos administraciones para dotar a Ribadesella y al oriente de Asturias de este proyecto, que va a ser la cabecera del proyecto Paraíso Rupestre», matizó Ana Rosa Migoya.

El proyecto arquitectónico del futuro Museo de Tito Bustillo prevé una superficie construida de 5.122 metros cuadrados, mientras que la parcela cuenta con 3.482 metros cuadrados. El presupuesto de la contratación de la obra ascenderá a 7.951.045 euros, mientras que los plazos de ejecución son de alrededor de 24 meses. La estructura del edificio se dividirá en tres niveles: sótano, planta baja y primera planta. El documento de construcción del inmueble plantea una distribución longitudinal paralela a la ría del Sella. El edificio se estructura sobre una imagen muy potente, con una fachada muy elaborada e integrada en el macizo que le cobija. Asimismo, la edificación que se plantea entra en total relación tanto en su tipología, como en los materiales y el lenguaje empleados desde el punto de vista arquitectónico. Los paneles de la fachada serán una innovación tecnológica y se les aplicarán los colores habituales en el arte rupestre, lo que dará como resultado un singular efecto visual al disponerse los colores en varias capas a distinto nivel. Y todo ello, flotando sobre la base del vidrio.

La estructura funcional será una gran caja paralelepípedo: seis caras repartidas en el inmueble de dos en dos iguales y paralelas. La primera planta, la parte más llamativa e importante del edificio, con 2.278 metros cuadrados, albergará la exposición permanente, la sala de exposiciones temporales, instalaciones audiovisuales y el archivo y la documentación. La planta baja, que medirá 1.029 metros cuadrados, se dividirá en cafetería restaurante, tienda, vestíbulo y accesos y salas de talleres didácticos. La planta sótano, de poco más de 500 metros cuadrados, se aprovechará como sala de conferencias, habrá locales de instalaciones y control técnico, además de un anexo a la sala de conferencias que será utilizada, principalmente, para el desarrollo cultural.