Covadonga, Bárbara MORÁN

Muy pocos turistas fueron los que este fin de semana de sábado festivo eligieron acercarse a los lagos de Covadonga como plan para disfrutar del tiempo libre. Ayer, en este famoso paraje de la reserva nacional de los Picos de Europa, apenas había visitantes y los autobuses del plan de acceso que acercaban a los visitantes al paraje durante este fin de semana tenían plazas de sobra.

Una estampa bien distinta de la vivida por estas mismas fechas el año pasado, aunque por aquel entonces se dieron situaciones distintas que quizá facilitaron la afluencia. El año pasado fue puente festivo y en esta ocasión no. El tiempo tampoco fue un buen aliado este año, condicionado por la lluvia y mucha niebla en los Lagos. El año pasado hubo temperaturas veraniegas y un sol radiante.

El caso es que, sea por el mal tiempo o por la carencia de puente festivo, la imagen que ayer ofrecían los Picos de Europa en la zona de los lagos de Covadonga era muy inusual, ya que este rincón de la reserva siempre suele tener una gran afluencia de viajeros. Pero en esta ocasión no fue así y lo reflejaron situaciones inéditas, como ver libres la mayoría de las plazas libres en los cuatro aparcamientos que se ofrecen paralelamente al plan de acceso a los Lagos.

El Lleráu, Cangas de Onís, el Bosque, Muñigo y el Repelao no lograron ayer llenar sus plazas de aparcamiento. En el caso del Bosque ni siquiera había un coche. Poco tráfico, terrazas vacías, apenas pasajeros en las paradas de los autobuses del «plan Lagos» y así, hasta una infinidad de detalles que dejan claro que este fin de semana los Lagos no fue el destino elegido por los visitantes. En la jornada del sábado sí hubo más ambiente que en la de ayer, aunque la afluencia fue muy baja respecto a otros años por estos días.

«Es precioso y teníamos ganas de conocerlo. Lo cierto es que pensamos que habría mucha gente, aunque egoístamente mejor así, porque podemos verlo todo con más tranquilidad», confesaban los madrileños Luisa Menéndez y Pablo Coures, de los pocos turistas que ayer paseaban por las inmediaciones del lago Ercina.

«El ambiente estos días fue muy tranquilo, incluso más que un fin de semana normal. Al no haber puente y darse mal tiempo, hubo pocos viajeros», destacaron desde la compañía de autobuses Alsa, al tiempo que explicaron que no fue necesario reforzar la flota de autobuses y ni siquiera poner a disposición de los viajeros los casi cuarenta autocares adscritos al plan de acceso a los Lagos.

El acceso a la reserva nacional estuvo restringido a vehículos privados el sábado de nueve de la mañana a ocho de la tarde y ayer en la misma franja horaria. Tampoco se veían ayer por el entorno de los Lagos vehículos particulares. Sin duda fue un fin de semana «muy raro», según comentaba un hostelero de la zona, ya que es extraño ver la reserva con tan pocos visitantes en días festivos. La Dirección General de Carreteras procederá de nuevo a regular el tráfico de la carretera CO-2 entre Covadonga y los Lagos en el verano. Hasta entonces, el acceso a la reserva queda libre para vehículos privados.

En Covadonga el ambiente sí era más concurrido, aunque tampoco había masificación. En el entorno de la basílica había algún paseante, pero la incesante lluvia que comenzó al mediodía espantó a los pocos que allí se acercaron. En los negocios del real sitio tampoco estaban a rebosar de clientes y la tónica en Covadonga fue a grandes rasgos similar a la vivida en los Lagos. A juzgar por los datos queda claro que este fin de semana pocos viajeros eligieron estos rincones del parque nacional de los Picos de Europa.