Ribadesella,

Bárbara MORÁN

La Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies (COA) cambiaría unas cuantas cosas del proyecto ideado por el Ministerio de Medio Ambiente para restaurar las marismas del Sella, cuya evaluación de impacto ambiental (EIA) se somete actualmente a información pública. Este colectivo ha remitido seis alegaciones a la Demarcación de Costas y al Ministerio de Medio Ambiente con el fin de velar por la variedad de aves que utilizan el humedal riosellano, catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) e integrado en la red Natura 2000.

La Coordinadora sugiere que los usos de Las Marismas se delimiten antes de ejecutar el proyecto de restauración. Dicha regulación debería implicar, a su juicio, la prohibición del acceso de embarcaciones y otros vehículos a motor, mediante señales y barreras físicas, y la veda a la pesca. «Es vital declarar los usos que deben hacerse de Las Marismas», puntualiza el colectivo.

La Coordinadora Ornitolóxica también sugiere en sus alegaciones la creación de islas de no más de 100 metros cuadrados en la parte central del humedal, con el fin de destinarlas al reposo y la cría de las aves silvestres que habitan. Además, proponen la formación de pequeñas lagunas conectadas con los canales mareales del estuario como forma de incrementar la diversidad.

Las sugerencias continúan con críticas a la pasarela de madera que se plantea que atraviese Las Marismas. Para los ecologistas, es «totalmente incongruente» que se plantee esta actuación, que secciona por la mitad el ámbito de actuación y perturba las posibilidades de anidamiento de las aves, ya que la pasarela se asienta en los terrenos más elevados, que suelen ser los elegidos por las aves para anidar.

La Coordinadora Ornitolóxica asegura que la pasarela «alteraría la tranquilidad de las aves acuáticas», que son el principal valor del humedal y el gran aliciente para los visitantes de este tipo de ecosistemas.

Con respecto al dique que se proyecta construir para salvar las zonas no inundables, cuyo coste asciende a un millón de euros, un tercio del presupuesto de esta obra, la Coordinadora Ornitolóxica aboga por la construcción de un puente de madera y por aprovechar el dique existente como sendero peatonal.

La tala y el trasplante de arbolado es otro aspecto al que alega el colectivo ornitológico, que pide que sólo se retire el arbolado ornamental. La Coordinadora reconoce que la mayoría de los árboles están en mal estado, pero señala que los troncos sirven de percha para muchas especies de aves. La memoria propone el trasplante de un ejemplar de encina de notable porte ubicado en el ámbito de actuación, frente a lo cual el colectivo sugiere que se conserve donde está y se cree una isla en torno a ella, aprovechando la elevación del terreno en la que se encuentra.

En caso de que la encina, finalmente, sea retirada, los ecologistas sugieren que en la zona ajardinada del centro de interpretación se planten tantas encinas como centímetros de diámetro mida el tronco del citado ejemplar.

Los diques de contención son el apartado del proyecto que menos ha gustado a la Coordinadora, que aboga por que sólo se construya el menor de los dos propuestos. Las últimas alegaciones se centran en los equipamientos de Las Marismas: el centro de interpretación debería disponer de una torre cubierta para su uso como observatorio.

Finalmente, la Coordinadora Ornitolóxica aboga por el diálogo social y lamenta que Medio Ambiente no les haya solicitado su opinión en el desarrollo del proyecto, cuando, «paradójicamente, el grueso de los datos utilizados procede de las observaciones y censos realizados por miembros de nuestra asociación», concluyen los ecologistas.