Asturias perderá, al menos, 15 millones de fondos europeos que estaban disponibles desde hacía seis años, tras renunciar ayer las administraciones central y regional a varias obras del plan de actuaciones para la gestión y utilización del agua en el parque nacional de los Picos de Europa, conocido como «plan Agua» porque ya no hay tiempo material para tramitarlas en los plazos que exigió Bruselas.

La reunión que mantuvieron en Oviedo representantes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, el Principado y varios ayuntamientos implicados sirvió para certificar lo que LA NUEVA ESPAÑA había avanzado días atrás: sólo se acometerán con total seguridad dos de las cinco obras que los dirigentes políticos se habían comprometido a cofinanciar en 2007. Una tercera está en el aire, mientras que las dos restantes, que suman una inversión de 19 millones de euros y para las que Bruselas había dispuesto una ayuda de 15,2 millones, han quedado definitivamente descartadas, porque ya no da tiempo a licitarlas antes del 31 de diciembre de este año, como exigieron las autoridades europeas en 2007.

Las dos obras que quedaron ayer desbloqueadas suman 8,4 millones de inversión. Son la ordenación hidráulico sanitaria del río Deva en Panes, con un presupuesto de 5,5 millones, y la renovación de la red de abastecimiento de aguas al núcleo urbano de Cangas de Onís, con 2,9 millones de inversión. En ambos casos la Confederación financiará el 80 por ciento de la obra, con fondos europeos, y el Principado, el resto. Los dos ayuntamientos implicados se han comprometido a aportar los terrenos necesarios, lo que supondrá importantes desembolsos: 220.000 euros al Ayuntamiento de Peñamellera Baja y 144.000 euros al de Cangas de Onís. Estos dos ayuntamientos recurrirán a la negociación con los titulares de los terrenos y, si se hace necesario, al pago de las expropiaciones. Queda en el aire un tercer proyecto, la ordenación hidráulico sanitaria del río Casaño entre Carreña y Arenas de Cabrales, presupuestado en 10,4 millones y que, como las demás actuaciones, debe ser cofinanciado por las dos administraciones y requiere la cesión del suelo por parte del Ayuntamiento.

El futuro de este proyecto está en el aire porque el Ayuntamiento de Cabrales, sumido en un severo plan de ajuste, carece de capacidad para asumir los 630.000 euros que supondrían las expropiaciones. El lunes se celebrará un encuentro técnico para «encajar» la obra prevista en Cabrales. Hay un problema añadido, este proyecto requiere un plazo de ejecución que hace muy difícil cumplir otra exigencia europea: acabar la obra antes del 31 de diciembre de 2015. Así que las tres administraciones buscan ahora «fórmulas técnicas que permitan acortar los plazos de ejecución».

Pero, además, hay dos obras a las que las autoridades ya han renunciado definitivamente. La primera es la denominada «aglomeración Onís-Cangas de Onís», un ambicioso proyecto presupuestado en 14 millones de euros, que preveía construir el saneamiento de Avín, Benia, Sirviella y Talaveru y conducirlo hasta Corao, para enlazar con el de Cangas de Onís. Además, el proyecto preveía la construcción de un paseo fluvial desde Benia hasta Tullidi. Los responsables políticos y técnicos reunidos ayer en Oviedo reconocieron que ya no hay tiempo material para tramitar este proyecto, que carece, por ejemplo, del preceptivo estudio ambiental.

La segunda obra desechada, por similares razones a la anterior, es la renovación de la traída de aguas a Cangas de Onís desde el río Dobra, presupuestada en 5 millones. Bruselas iba a aportar el 80 por ciento del coste de estas dos obras; esto es, 15,2 millones.