"Calocano", rey de la comarca

Más de medio centenar de cabezas de ganado, concretamente 533, se reunieron ayer en el recinto del Castañeu de Corao para tomar parte en la XXX Muestra de la raza asturiana de la montaña y el XIV Concurso nacional de la cabra bermeya. El gran ambiente gracias a la presencia de ganaderos de toda la región, así como la buena temperatura reinante, hizo que un año más fuera un éxito la muestra organizada por la Asociación Española de Criadores de ganado vacuno selecto de la raza asturiana de la montaña (Aseamo), el Ayuntamiento de Cangas de Onís y la Consejería de Agroganadería, con la colaboración de Caja Rural.

Entre las 273 reses de la raza casina fue el semental "Calocano" quien se hizo con el primer premio del certamen para orgullo de su dueño, Manuel Valle, de la ganadería La Corrolada con sede en la localidad de Entrialgo, Cangas de Onís. El porte y la elegancia del morlaco de siete años de edad y más de 700 kilos de peso fueron argumentos suficientes para que el jurado concediese el máximo galardón a este toro, que hace tan solo una semana se hizo también con el triunfo en el certamen de asturiana de la montaña celebrado en Porrúa.

Valle se presentó en Corao con uno de los lotes más importantes de la muestra, compuesto por cuarenta vacas y tres toros: "Calocano", "Chaval" y ""Salao". "Para ganar hay que estar pendientes de los toros todo el año", manifestó el ganadero cangués. Las vacas que ayer presentó en Corao las bajó de los pastos de los picos de Europa esta misma semana.

De Siero, y con mucha ilusión, no faltaron un año más a su cita con las casinas en el recinto del Castañeu Francisco Fanjul y su hijo del mismo nombre. Mientras frotaban los cuernos de las vacas con aceite antes de sacarlas a pista para concursar, recordaban algunos de los secretos para obtener buenos resultados en estos certámenes. "La imagen es muy importante. Todas las vacas deben estar limpias y arregladas", confesaban padre e hijo.

El ganadero pongueto José Ángel Moriñigo arrasó en el concurso Nacional de la raza bermeya. De una tacada se hizo con los galardones a mejor cabra, mejor cabrón y cabrito y mejor lote. Moriñigo aprovechó para poner encima de la mesa los problemas del sector con el lobo. "Este año me han matado 40 cabras, 40 ovejas y 3 xatas", explicó. Asegura que cada vez es más difícil hacer rentable este sector con la sombra de los cánidos más presente que nunca. "La solución es sencilla y pasa por acabar con los lobos", dijo el rey de las cabras bermeyas. "Si no fuera por el lobo, dedicarse a esta actividad podría ser económicamente interesante", indicó el pongueto.

Osorio Pérez, de la ganadería Inmaculada Pérez de Aller, se hizo con un segundo y un tercer premio. "Para mí esto es un hobby, pues profesionalmente me dedico a otra cosa. Lo más importante es seleccionar a las cabras según el mejor color, las ubres, los cuernos o las patas", indicó.