La nueva perrera municipal de Piloña precisa de unas 70 vallas más para poder ser una realidad. El nuevo equipamiento, que se ubicará en terrenos de Monte Cayón necesita 120 vallas, con sus respectivos postes, para crear un cierre del perímetro planeado, que permitiría un mejor y más cómodo cuidado de los perros abandonados, en una zona apartada de la zona urbana.
De momento, medio centenar de personas colaboraron de manera desinteresada en la campaña "Dona una valla", promovida por la Protectora de Animales del Oriente para impulsar este proyecto que será financiado íntegramente por los fondos recaudados por este colectivo y contará con ayuda de los recursos humanos del Ayuntamiento de Piloña.
Para incentivar la colaboración, los voluntarios ofrecen a los donantes la posibilidad de que aporten los 36 euros que cuesta cada valla con su poste de colocar una pequeña placa con su nombre para plasmar su contribución con el proyecto. "Estamos muy contentos con la marcha de la campaña y esperamos que poco a poco podamos ir acercándonos al objetivo de 120 vallas", explica el voluntario Marcial González, que lleva varios años trabajando junto a varios compañeros para lograr este objetivo que cuenta con el apoyo tanto del Consistorio como del Principado.
Todos los interesados en colaborar pueden hacerlo ingresando el dinero correspondiente en dos cuentas bancarias a las que se puede tener acceso a través de las redes sociales, en las que el colectivo mantiene una importante presencia para concienciar de la necesidad del buen cuidado de las mascotas, así como de la problemática que suponen los cada vez más habituales abandonos de animales domésticos.
A día de hoy, la Protectora de Animales del Oriente dio ya los primeros pasos para que la nueva perrera, cuya maqueta también puede conocerse a través de internet, sea una realidad.
Los terrenos en los cuales se levantarán las vallas, así como el resto de equipamientos de un complejo que contará también con varios árboles, fueron limpiados recientemente por los propios voluntarios y una vez que el personal municipal retire los restos de vegetación retirada de la zona se comenzará con la construcción del perímetro. La propia protectora asumirá los costes del cemento y resto de materiales necesarios para construir la base del cierre.
La intención es acelerar la creación del nuevo espacio al máximo para dar cuanto antes un espacio más amplio a los animales que ahora se encuentran en la perrera ubicada junto a las naves municipales del Orrín, en Infiesto. Unas instalaciones que en muchas ocasiones se han quedado pequeñas y obligado a los voluntarios a alojar en sus propias casas a los perros. Sin embargo, la Protectora recuerda que el fin de esta construcción no es ni mucho menos aumentar la capacidad de acogida de perros, sino darles un lugar más amplio en el que recibir los cuidados y realizar los paseos que actualmente se realizan de forma desinteresada por vecinos del concejo vinculados tanto a la propia protectora de animales como al grupo de participación "Piloña Saludable".
