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Llanes rezuma emoción por la Guía

La villa vive el día grande de "su" Virgen, que incluyó una procesión con cientos de aldeanas y porruanos, la tradicional danza de arcos, bailes del país y el ofrecimiento de decenas de bebés

Día grande de las fiestas de La Guía en Llanes

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"La Guía es la mejor fiesta del mundo". Lo afirma solemnemente Javi Álvarez, llanisco de 12 años, y lo corroboran sus amigos y compañeros del colegio Peña Tú Álex de la Torre, de 5 años; Angeld Veras, de 11; Lucas Álvarez, de 7; y Hugo Cantero, de 11. Todos ellos, vestidos de porruanos, se hacen un "selfie" a la puerta de la basílica llanisca, mientras esperan que comience la procesión de la Guía.

Muy cerca, avanzan Daniel Zapico y Teresa Camino, que llevan en un carricoche a su hija Lola, que aún no ha cumplido el año. Los padres, de Piñeres de Pría, están nerviosos porque van a ofrecer a la pequeña a la Virgen, tras la danza de arcos, en el Campu de la Guía. Prometieron hacerlo si el embarazo "salía bien". Y salió muy bien, perfecto.

Begoña Díaz vive en Madrid, aunque es llanisca de pura cepa. Y de la Guía. Siempre coge vacaciones por estas fechas para acudir a la fiesta de sus amores. Asegura que, como todos los del fieles del bando, siente una mezcla de "devoción, emoción, sentimiento..." Lo mismo que Marga San Martín, para quien la Guía "lo es todo. Es lo que te enseñan tus padres, lo que mamas desde que naces. Yo llevo todo el mes de septiembre llorando". De emoción, porque las fiestas de la Guía le recuerdan a los seres queridos que ya no están a su lado.

Emoción siente también Luis González, que ya suma 43 años tocando el tambor en la danza de arcos; ayer, junto al gaitero navizu Santi Galguera. El tamboriteru señaló: "La Guía lo es todo". Una frase que se repite sin cesar en el septiembre llanisco.

Lydia González, una niña de Corvera de 10 años de edad, acudió a la fiesta junto a su abuelo Rafael Alonso y con su muñeco "César" en brazos. Todos -el muñeco también- ataviados con el traje autóctono. El de "César" lo hizo la madre de la niña.

Juan Sotres porta el estandarte y lleva dos excelentes "guardaespaldas", Arancha Sánchez y Adriana Moreno. Justo detrás, cinco porruanos con las banderas de la Guía, Llanes, Asturias, España y la Unión Europea.

La procesión, en la que participan cientos de aldeanas llaniscas y de porruanos, todos con nardos en la solapa, se detiene varias veces: dos para que los niños del bando interpreten la danza de arcos ante la Virgen, portada a hombros por 36 costaleros, que se van turnando; y otra, para soltar decenas de palomas en el puente del Carrocéu.

En la cuesta de la Guía, antes de llegar a la capilla de la Virgen, las aldeanas alzan sus panderetas al cielo y las agitan para recibir a la Guía. Entre ellas, Marta Gil, de Castro Urdiales (Cantabria), prima del tesorero del bando, David Bolado.

Ya en el Campu de la Guía, danza de arcos, ofrecimiento de decenas de bebés a la Virgen, reverencia, regreso de la imagen a su capilla, ofrecimiento del ramu y bailes del país. Primero, el fandango de Pendueles; después, la jota del Cuera; a continuación, el xiringüelu de Naves, y, para rematar la mañana, el pericote antiguo, joya patrimonial del concejo. Y un grito mil veces repetido ayer en Llanes: "¡Viva la Guía!"

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