La instalación del comedor escolar en el colegio público Manuel Fernández Juncos de Ribadesella ha sido respaldada por una mayoría aplastante de las familias. De los 200 alumnos que tiene el centro, un ochenta por ciento participó en la encuesta realizada por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y un 96 por ciento de los consultados respaldó la recuperación del servicio. Así lo avanzó ayer el director del centro, Javier Jorganes, quien a su vez apuntó que, por el momento, la Consejería de Educación no ha emitido respuesta alguna. La presidenta de la AMPA del colegio público, María José Tielve, explicó ayer que no esperaba otra respuesta, "la verdad, porque hace mucha falta". El principal argumento en el que apoyan la necesidad del servicio por "la economía de las familias. Bien para trabajar o para que los críos tengan una comida saludable al día", añadió.

Tielve está en contacto con otras familias del centro que comparten la "necesidad" de que exista este servicio, al que ven otras bondades. "Mucha gente también decía que era una manera de dar puestos de trabajo. Serán dos o tres o cuatro, pero son puestos de trabajo para Ribadesella, que hace falta", señaló la representante. Ha visto a las familias "contentas" con la expectativa de tener comedor escolar, un servicio "que tienen las demás zona y está funcionando".

Los padres saben "que va a ser costoso", pero remarcan "que es necesario". La propuesta inicial de recuperar el comedor escolar surgió de la ronda de consultas que María José Bode, edil de Educación, realizó para diseñar el plan de infancia municipal. Fue la enfermera pediátrica local, Patricia Lamuño, quien destacó la conveniencia de disponer de este servicio. Esgrimió los mismos argumentos: bien sea por prisas o por dificultades económicas, con el comedor escolar los niños podrán hacer al menos una comida saludable al día. El servicio, respaldado por casi 200 familias del concejo riosellano, espera ahora por la respuesta de la Consejería de Educación.