Marta Álvarez Fernández (Oviedo, 1972) es abogada y lleva al frente del Centro Asesor de la Mujer de Llanes desde abril de 2015. Da servicio a varios ayuntamientos de la comarca, aunque de forma presencial está en la sede llanisca, en Infiesto y desde ayer también en Ribadesella, donde atiende las mañanas de los miércoles. De momento está en El Fuerte pero se trasladará a la última planta del Hospitalillo.

-¿Qué ayuda pueden encontrar las mujeres en el centro?

-Lo primero que hace es contarnos la situación que vive. Si hay hechos constitutivos de delito se le expone y se le indica el procedimiento para denunciarlos y contar con la asistencia jurídica adecuada. Se le enseñan qué otros recursos tiene, como atención psicológica o derivación a otros servicios, como los sociales. Pueden aparecer procedimientos de divorcio, temas de familia u otras cuestiones.

-¿Es todo esto más difícil en la zona rural?

-Sí, porque quizá no han cambiado tanto los modelos tradicionales y hay otros impedimentos que se suman, como la falta de transportes o menos servicios. Luego la población es de mayor edad que en zonas urbanas y reconocer y denunciar esta situación de violencia les cuesta más que al resto. Está más asumido por sus propias vivencias y el modelo de familia que les ha tocado.

-¿Existe un estigma social sobre la mujer maltratada?

-Puede ser que en algunos casos todavía exista esa victimización que realiza el entorno del agresor. El pensamiento de "si denuncio van a tomar represalias, me van a criticar, no me van a apoyar". En algunos ámbitos la violencia de género sigue considerándose una cuestión íntima que debe ser resuelta dentro de la pareja. Pero es algo minoritario y se reconoce como un delito.

-¿Hay que sacarla de la intimidad de la pareja y denunciarla?

-Sí. Cuando vemos una pelea en la calle todos vemos que es una agresión. Porque suceda en una casa y exista una relación de pareja o parental no se puede justificar. No hay justificación para las agresiones físicas ni psíquicas. En violencia de género no se puede mirar para otro lado y pensar que lo arreglarán ellos.

-Desde que atiende el servicio en Llanes, ¿qué número de consultas ha habido?

-Unas trescientas anuales de usuarias de Llanes pero también de otros concejos como Ribadesella o Cangas de Onís. Estamos hablando de asesoría jurídica, porque con denuncia interpuesta sería un tercio. También hay consultas de otros profesionales que derivan o que para su trabajo pueden utilizar los servicios del centro asesor.