La mayoría de los concejos de la comarca del Oriente está por debajo de la media regional en índices de obesidad infantil, pero, sin embargo, tienen índices de tabaquismo y problemas con la ansiedad y la depresión que la superan. Son datos recogidos por el Observatorio de Salud en Asturias, de los que también se desprenden que los llaniscos están entre los asturianos que menos alcohol beben en exceso, los cangueses se cuentan entre quienes tienen una peor autopercepción de su salud, y tanto en las peñamelleras como en Ribadedeva hay elevados porcentajes de enfermos crónicos. El Observatorio ha recogido datos sobre determinantes de salud como los estilos de vida y los factores socioeconómicos.
En Ribadesella, por ejemplo, destaca el índice de fumadores (un 31,2 por ciento), ocupando el concejo el puesto número 60 en el ranking regional, que ordena los 78 concejos de menor a mayor puntuación. De esta manera, cuanto más se acerca el puesto al número 78, más acentuado está el comportamiento que se estudia. Entre los riosellanos hay un 3,1 por ciento de vecinos que tienen mala autopercepción de su salud y un 39,48 por ciento de crónicos (40.º puesto), mientras que un 27,8 por ciento aseguraron tener problemas con la ansiedad y la depresión (en el 51.º puesto). La obesidad entre los niños del concejo tiene un 14,7 por ciento de prevalencia, ocupando el 50.º puesto. En Llanes, el concejo con mayor población de la comarca, destaca el menor índice de consumo excesivo de alcohol, pues se da en un 9,2 por ciento de la población, ocupando el primer puesto del ranking. Por lo demás, hay un 31,98 por ciento de enfermos crónicos y un 25,9 por ciento de los preguntados aseguraron tener problemas con la ansiedad y la depresión, situándose el concejo en el medio aproximado de la tabla regional (35.º puesto). Otro comportamiento que recogió el Observatorio fue el índice de sedentarismo entre la población, que en Llanes se eleva hasta el 28,9 por ciento, situando al concejo en el puesto número 35.
Los cangueses, por su parte, se encuentran entre los asturianos que tienen una mala autopercepción de su salud, pues un 9,6 por ciento de personas así lo aseveró, frente al 7,6 de la media regional. Esta cifra los sitúa en 73.º puesto, mientras que en sedentarismo escalan en la lista hasta el noveno puesto, con sólo un 19,2 por ciento de la población. Abundan, al igual que entre llaniscos y riosellanos, los fumadores, pues un 32,7 por ciento de la población tiene el hábito, por encima del 28,8 por ciento de media de los asturianos y colocando al concejo en el 62.º puesto. Si bien en la comarca oriental la obesidad infantil no parece ser un problema de salud, el concejo de Caravia se sitúa entre los que mayor índice tiene, con un 25 por ciento y el puesto número 68. Con una de las menores poblaciones del Oriente, también es acusada la incidencia de los trastornos de ansiedad y depresión (31,3 por ciento, puesto 69.º), y el 8,6 por ciento de los vecinos presenta un consumo excesivo de alcohol.
Parres y Piloña son los otros dos concejos con más habitantes. El primero destaca por el hábito del tabaquismo (un 32,7 por ciento de la población, con el 62.º puesto), mientras que presenta uno de los índices de mala autopercepción de la salud más bajos de la región (3,1 por ciento, en el quinto puesto). Entre los piloñeses destaca la obesidad infantil, con un 16,1 por ciento de incidencia, situándose en el puesto 60.º. Hay concejos orientales que, pese a contar con índices importantes de población envejecida, como toda la zona rural, presentan datos llamativos acerca de la presencia de enfermos crónicos. Es el caso de las peñamelleras, Alta y Baja, de Ribadedeva y de Cabrales. En los cuatro casos, el porcentaje es del 14,7 por ciento, situándose entre los municipios asturianos con menor índice de estas patologías.
Además de esta información, el Observatorio provee información local acerca de estrategias y programas de salud, y de la red de actividades y recursos.
