"La negatividad es mala para la vida, en general, y para afrontar una enfermedad como esta también. La actitud con la que se encara es fundamental". Lo dice Tita García. Ayer no paraba de sonreír. Estaba feliz. Diagnosticada de esclerosis lateral amiotrófica desde hace cuatro años, no se perdió detalle de la cuarta edición que la carrera que, organizada por José Luis Somoano, da visibilidad a esta enfermedad y recauda fondos para doblegarla. El marido de Tita, Víctor Loira, junto a Constantino Moledo y Fernando Baquero, protagonizaron en su honor un desafío que culminó ayer pasadas las doce y media de la mañana cuando Moledo y Baquero cruzaron la línea de meta en la carrera contra la ELA sobre cinco kilómetros, que reunió a 327 atletas aficionados. Antes habían completado 500 kilómetros entre Galicia y Asturias.

Víctor Loira y Constantino Moledo recorrieron en cinco días, en bicicleta y a pie respectivamente, los 500 kilómetros que separan Pontevedra de Ribadesella. El objetivo era dar a conocer la enfermedad y concienciar a la gente de la importancia de invertir en la investigación para derrotarla. El reto tiene más valor aún teniendo en cuenta que Víctor Loira padece la enfermedad de Crohn. Le falta el intestino grueso y tan solo tiene un cincuenta por ciento del delgado, lo que le obliga a portar una bolsa de ostomía.

"Ha sido duro, pero ha valido la pena. El equipo de apoyo ha sido muy importante para lograrlo", señalaron Loira y Molero. En labores de intendencia estuvo, desde una autocaravana, Fernando Baquero. Loira destacó el trabajo que desde hace varios años lleva a cabo en la lucha contra la ELA desde Ribadesella José Luis Somoano. "Es un lugar conocido en toda España por esto. Solo con la repercusión que ha tenido lo que hemos hecho ya nos damos por contentos", subrayó el atleta.

La carrera sobre las calles de Ribadesella se la llevó el atleta de Cangas del Narcea Óscar Bujar, seguido del piloñés Manuel Marino y del llanisco Ricardo Bustillo. Fue lo de menos. Lo más importante es que todos los corredores contribuyeron con su esfuerzo a derrotar a la ELA.