"No se imaginan lo difícil que es esto para mí, aún recuerdo su sonrisa". Estas fueron las palabras con las que el párroco de las Peñamelleras, César Augusto Acuña, dio comienzo al funeral de Manolo Corces, fallecido el martes a los 68 años. Un inicio que da una idea de cómo le van a recordar todos los que conocieron y quisieron al que fuera alcalde de barrio de San Esteban de Cuñaba, la localidad por la que trabajó durante toda su vida, y que ayer dejaron pequeña la iglesia parroquial de San Vicente de Panes.

Una de sus vecinas, Felicitas Verdeja, habla en nombre de todos los habitantes de la localidad cuando confiesa que "el pueblo siempre le va a estar agradecido por todo lo que hizo y trabajó. Deja muchos recuerdos y muy buenos". Además, todos los que allí se reunieron para acompañar a su familia en estos duros momentos y despedir a su vecino y amigo destacaban un rasgo concreto de Corces: la bondad. Dolores Rodríguez comenta que "Manolo el de San Esteban", como era conocido, era una "muy buena persona", y Juan Luis Galán explica que era "muy sociable, se llevaba bien con todo el mundo".

Manolo Corces fue un hombre incansable y que trabajó siempre en beneficio de los demás. Además de ser alcalde de barrio de San Esteban de Cuñaba, también presidió la Asociación Cultural Vigueras y fue concejal por el PSOE en el Ayuntamiento de Peñamellera Baja entre 1995 y 1999, donde también dejó un gran recuerdo. "Éramos rivales, pero solo en la política. Manolo era un hombre que no se tenía que haber muerto nunca, era muy generoso", cuenta José Ibáñez, quien estuvo en la oposición cuando Corces era concejal.

Pero si por algo se va a recordar a Manolo Corces es por haber sido uno de los impulsores que consiguieron que en el año 1990 su aldea natal fuera nombrada primer "Pueblo ejemplar de Asturias" y recibiera la visita del entonces Príncipe de Asturias, hoy Felipe VI. Por eso, la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, acudió ayer a Panes para recordar a un hombre "entusiasta, que creía en el valor de ir todos juntos y trabajar por lo mismo". Reconoce que le va a echar mucho de menos, "sobre todo en los encuentros de pueblos ejemplares, a los que nunca faltaba". Cuenta que, desde ayer, muchos representantes de otros pueblos ejemplares le han hecho llegar su tristeza por el fallecimiento de Corces y cree que "si hubiera más Manolos en el mundo nos iría mucho mejor".

Junto a vecinos y familiares, fueron muchos los amigos que quisieron acompañar a Corces ayer en su último adiós. Entre ellos se encontraban el escritor Jaime Izquierdo, con quien el fallecido tenía una estrecha relación de amistad desde hace años; el presidente del FAPAS, Roberto Hartasánchez, y el alcalde de Peñamellera Baja, el popular José Manuel Fernández.