"Quisiera agradecer a través de LA NUEVA ESPAÑA, en mi nombre y en el de la familia, todas las muestras de condolencia recibidas durante estos días. La verdad, ha sido impresionante". Así se mostraba en la tarde de ayer, martes, el piragüista internacional Kiko Vega, apenas unas horas después de que su tío, Francisco Javier de la Vega Díaz, más conocido en los ambientes de la ribera del Sella como "Javi el de La Pina", recibiera sepultura en el cementerio parroquial de Cangas de Onís.

"Acaba de llamarme ahora mismo don Federico Mayor Zaragoza -ex director general de la Unesco-, para transmitirme su pesar. Me dijo que para él, Javi era uno de sus amigos, amigos", desveló el cuatro veces vencedor del Descenso Internacional del Sella.

Alrededor de doscientas cincuenta personas asistieron al mediodía al funeral celebrado en la iglesia parroquial de Santa María, en la ciudad de Cangas de Onís, oficiado por el párroco José Manuel Fueyo. El féretro con los restos mortales de Javi el de La Pina entró en el templo portado por sobrinos y familiares. Sobre el mismo reposaba un centro floral de rosas, recuerdo de su compañera María Luisa Rodríguez Sánchez ("La Nena"), así como el tradicional sombrero, de tono verde y con varios cebos a modo de destacados complementos, que lució en vida el veterano ribereño de la saga de "Los Pinos" o "los de La Pina".

Posteriormente, en un clima de gran emoción, mientras sonaron algunos aplausos en su memoria dentro de la iglesia una vez concluido el funeral, el ataúd fue metido en el coche fúnebre por algunos de sus mejores amigos, tanto cangueses como llegados desde otras comunidades autónomas, que quisieron de ese modo acompañar en esos duros y difíciles momentos a la familia y darle su último adiós a uno de los grandes de la pesca del salmón en la cuenca del Sella.