El parque nacional de los Picos de Europa recibió ayer a una nueva inquilina: "Mónica", un polluelo de 97 días de edad y 5,973 kilos de peso que tiene bajo sus alas la responsabilidad de fundar un nuevo núcleo poblacional en la cordillera Cantábrica, donde la especie se extinguió hace más de medio siglo.

"Mónica"-que debe su nombre a la hija de un Guardia Civil del grupo de rescate en montaña de Huesca- es sólo uno de los siete ejemplares que soltarán en los Picos este verano y que se suman a los trece reintroducidos en los últimos años dentro del proyecto europeo "Life+ Red Quebrantahuesos"coordinado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ). Otros dos, "Sidney" y "Aquilón", llegaron el pasado 22 de mayo y, al igual que"Mónica", permanecerán varios días aclimatándose en unas jaulas especiales en el picu La Llucia antes de echar a volar. Los demás compañeros llegarán antes del 24 de junio y serán liberados progresivamente. Todos han sido cedidos por el Gobierno de Aragón y llevan un geolocalizador para conocer sus movimientos, según explicó el presidente de la FCQ, Gerardo Báguena.

Pese a que el programa "Life+" concluye este año, la intención es la de seguir trayendo pollos de Aragón hasta tener un núcleo de 40 ejemplares. La nueva vecina de los Picos fue ayer sometida a un análisis de sangre y de otro tipo de fluidos por parte del veterinario Juan Manuel Blanco para comprobar su resistencia a la malaria aviar y al virus del Nilo Occidental, dos enfermedades que aumentan su prevalencia como consecuencia del cambio climático, que propicia una mayor presencia en zonas altas de montaña de los mosquitos transmisores de males aviares.