A pesar de que unos nubarrones en el cielo amenazaban con aguar la tarde, la lluvia se mantuvo a raya y en la localidad riosellana de Tereñes pudieron disfrutar ayer del final de las fiestas en honor a Nuestra Señora de Las Nieves, unos festejos que se cerraron con broche de oro, ya que los bollos preñaos fueron los protagonistas absolutos de una jornada en la que decenas de personas se reunieron con sus familias y amigos para celebrar el día del bollu.

"El bollu está mejor que nunca". Así, con buena comida, se reunió ayer la familia mitad inglesa y mitad riosellana de Maje Armour. "Es un día para estar en familia y solemos venir todos los años", cuenta Armour, quien regaba el bollu, como no podía ser de otra manera, con buena sidra.

Distinto caso es el de Arcadio Prado, quien, junto a su mujer, había llegado desde León para disfrutar del día del bollu de Tereñes por primera vez. Ambos destacaban que "el ambiente es muy bueno". El contraste con esta pareja lo ponía, sin duda, Julio Campallo, nacido en Tereñes y que presumía de ser un asiduo a la fiesta. "En toda mi vida, nunca falté al bollu", cuenta.

Y, entre locales y forasteros, había quienes, sin haber nacido ni ser de Tereñes, tampoco perdonan esta fiesta. Mercedes Márquez reunió ayer a buena parte de su familia para asistir a esta fiesta, "igual que todos los años". Naturales de Oviedo, su abuelo conoció la zona y "le encantó", por lo que la familia ha veraneado en la localidad riosellana durante generaciones. Algo que, sin duda, les hace un poco de allí y les permitió disfrutar de la merienda como unos vecinos más del pueblo.

Y, por si con el bollu no tenían bastante, allí también estaba Gelo García, quien se dedicó a vender varios tipos de carne a la parrila y quesos. "El más solicitado es el tres leches de Pría", cuenta. Junto a él, se situaba el puesto de "Las cosinas de Bego", con numerosos artículos de bisutería en piedra y en cuero. Una buena oferta gastronómica y de artesanía fue lo que se encontraron ayer las decenas de personas que se reunieron para despedir sus fiestas como se merecen.