Un vecino de Infiesto denunció ante la Guardia Civil ayer que su coche, aparcado frente al centro de salud de la capital piloñesa, presentaba dos impactos de bala: uno atravesó el cristal y rozó el volante y el segundo entró por la carrocería del techo.

En un primer momento el hombre, un jubilado de nacionalidad argentina, pensó que el impacto se realizó con una barra de hierro procedente de las obras que se desarrollan frente al ambulatorio pero en un segundo análisis en compañía de residentes se cercioró al abrir la puerta del vehículo de que había casquillos dentro. "No sé quién puede estar detrás de todo esto, no tengo problemas con nadie", sentenció el afectado.