Las obras para adecuar el entorno de la cueva de Tito Bustillo, en Ribadesella, se van a reanudar a comienzos de la próxima semana tras dos meses paralizadas, una medida que se tomó para evitar que la maquinaria estuviera trabajando y se entorpeciera el tráfico durante la temporada de más afluencia turística en el municipio y por ser una calle en la que se concentra un gran número de visitantes.

Así, una vez que las máquinas vuelvan a ponerse a trabajar, les queda trabajo por delante, ya que aún queda terminar la pasarela desde el polideportivo hasta la mediana para terminar el paseo, así como "rematar tramos anteriores que no se han hecho bien", según ha explicado la alcaldesa riosellana, Charo Fernández Román.

En cuanto a los plazos, la regidora no se atreve a dar una fecha de finalización de los trabajos. "Se podría hacer todo en más o menos un mes, pero la empresa adjudicataria no está respondiendo así que no sé cuándo se va a acabar", explica Fernández Román. De hecho, la alcaldesa incluso asegura que el proyecto "ya tendría que estar terminado".

Esta está siendo una obra bastante polémica en el concejo, ya que los cortes de la avenida de Tito Bustillo al tráfico generaron malestar y quejas por parte de los vecinos y empresarios de los pueblos vecinos por entender que les estaba causando problemas y pérdidas. Incluso, estos últimos llegaron a reunirse para pedir soluciones. En este ocasión, la alcaldesa cuenta que la intención es "cortar solo un carril al tráfico", pero no puede garantizar nada, ya que la decisión se tomará según cómo vayan las obras.

La causa por la que se tiene que volver a cortar un carril al tráfico es que en los alrededores de la entrada a la cueva se optó por echar hormigón al comienzo del verano de forma provisional para abrir la carretera completamente al tránsito de vehículos, pero en el proyecto se contempla que en la zona el suelo será de adoquines, por lo que hay que levantar el hormigón para sustituirlo.