La riosellana playa de La Atalaya tiene un fiel puñado de usuarias que el pasado jueves se reunieron en una cena para charlar y compartir vivencias en el arenal, un lugar al que, como ellas mismas destacan, "es donde van de toda la vida los riosellanos auténticos, mucho más que a Santa Marina".

En la cena, que ya se llevan haciendo durante cinco años, las asistentes también aprovechan para recordar cómo ha cambiado la propia playa ya que, según cuenta, ha cambiado mucho. Por ejemplo, según explican, antiguamente allí se podían ver unas rocas que eran el distintivo del arenal y que actualmente han quedado sepultadas, como por ejemplo "La peña de la tortuga" o "El tobogán", llamada así porque los niños solían bajar por ella. De todas ellas, aún se pueden ver algunas que han sobrevivido al paso del tiempo, como la "Peña de La Guía", una de las más características.

Para ellas, es una forma de despedir el verano y la temporada de baños en La Atalaya. Además, para las que fueron usuarias y ya no pueden ir por diversos motivos, este encuentro es una forma de mantenerse conectadas con el arenal.