Gran indignación entre vecinos y feligreses por el robo de cuatro imágenes de la capilla de San Pedro ubicada en la localidad de Narciandi, en Cangas de Onís, acontecido hace unos días. "La gente está hecha polvo", aseguró ayer el sacerdote de la parroquia, José Antonio Alonso Artero. Del altar principal de la ermita los amigos de lo ajeno se llevaron, además de la talla de madera de San Pedro, fechada entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, una imagen de la Virgen María, otra de San Cosme y otra del Ángel de la Guarda. La talla de San Pedro es la de mayor valor. "Desconozco el valor económico que tiene, pero el valor sentimental es mucho", precisó el sacerdote.

Agentes de la Policía Judicial visitaron ayer el templo para recabar pruebas una vez se hizo efectiva la denuncia. Los lugareños censuran lo ocurrido y confían en que las pesquisas de los agentes den sus frutos.

Los ladrones entraron la capilla que da servicio a los núcleos rurales de Nieda, Cabielles y Narciandi tras retirar los hierros que hacían las veces de verja en una ventana lateral de la capilla. Fue una vecina quien dio la voz de alarma tras percatarse de lo ocurrido al ir a cambiar las flores del altar. No se tuvo constancia de los sucedido hasta ese momento. La capilla está a cientos de metros del núcleo central del pueblo. "Todo el mundo se ha volcado a raíz el robo. Tanto los vecinos como el Ayuntamiento de Cangas de Onís, que ha enviado a la Policía Local", dijo Alonso.

Se trata del segundo robo de estas características en la zona en los últimos meses. El pasado mes de junio se sustrajo la venerada imagen de la Virgen del Carmen de la iglesia de Santa María de Mián, ubicada entre las localidades de Sames y Cardes, en el vecino concejo de Amieva, tras retirar varias tablas de la puerta principal. El instituto armado investiga si ambos robos pueden estar relacionados debido a las similitudes que guardan entre sí.