El retorno de las carreras de caballos a la Semana Santa riosellana (el año pasado hubieron de retrasarse hasta el puente de octubre por el mal estado de la playa de Santa Marina) fue por todo lo alto. La cita, que estrenaba el distintivo de Fiesta de Interés Turístico Nacional, resultó un éxito rotundo, con tiempo inmejorable, arena en perfectas condiciones y una multitud agolpada en el paseo.

El caballo "Spanish Cat", criado en la cuadra de Jaime García, en Grado, se impuso ayer en la segunda jornada de la cita deportiva. Ganó en la primera de las tres carreras de la jornada, la destinada a los pura sangre inglés para la distancia de 1.500 metros, y repitió victoria cómodamente en la galopada de 2.200 metros de recorrido, gran novedad de esta edición. Fue esta última prueba, que contó con siete monturas, en la que más incidentes se registraron: dos jinetes tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencia por sendas caídas.

Fue el cántabro Kevin Llama Helguera quien se hizo cargo de "Spanish Cat""La experiencia fue buenísima porque la arena estaba en excelentes condiciones y el ambiente también fue espectacular", aseguró el joven, de 25 años de edad. "Hacía mucho que no participaba en las carreras de Ribadesella, pero confío en repetir pronto". dijo. Por detrás de "Spanish Cat", habitual de la competición riosellana desde hace más de un lustro, quedaron en la prueba de 2.200 metros la yegua "Artemisa", propiedad de Daniel Rivas Otero (A Coruña) y "Sel Visísima", de la cuadra de Hugo de León Aquino (Asturias).

La segunda carrera de la mañana, con seis participantes y reservada a cruzados de pura sangre inglés, estuvo dominada por "Gladiador JJG", caballo de cuatro años propiedad de Endika Iglesias (Vizcaya) y que fue montado por Joel Felipe Quintero, natural de El Hierro (Canarias). "Entrené los últimos meses en Laredo y me estrené con buen pie en las carreras de Ribadesella", celebró al subir al podio. En segundo y tercer lugar quedaron, respectivamente, "Cartucho", de Luis Mariano Castro (Cangas de Onís), dirigido por Iker Castro, y "Whassap", también de Endika Iglesias y montado por Kevin Llama.

El público destacó la buena organización de la prueba riosellana. El tiempo acompañó y junto a la playa de Santa Marina se dieron cita miles de personas procedentes de los más variados lugares. Entre ellos Estefanía Martínez, vecina de Pola de Siero, que se estrenaba en las carreras. "La única pega es que había tanta gente que era casi misión imposible entrar a la villa y encontrar aparcamiento pero por lo demás, perfecto: el ambiente fue de lo más agradable", aseguró. Martínez tiene claro que repetirá en sucesivas ediciones pero espera que para entonces "haya alguna mujer compitiendo".