Cautela entre los alcaldes de Ribadedeva y Llanes en relación a la posible implantación de varias canteras de arenisca y caliza en ambos concejos, que ha despertado protestas vecinales y las alegaciones que el colectivo "Stop Residuos Ribadedeva" y la Coordinadora Ecoloxista presentarán al proyecto de investigación puesto en marcha por la empresa Arcanor S.A.
El Alcalde de Llanes, Enrique Riestra Rozas (VxLl), asegura que se enteró a través del Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) y que de inmediato se lo comunicó a los vecinos de Tresgrandas. En Llanes tendrán lugar sendas prospecciones en dos fincas privadas. "Estamos a la espera de lo que digan los vecinos para poder actuar. Me imagino que en Medio Ambiente estarán pendientes de todo esto", dice. El regidor llanisco muestra su disconformidad con la puesta en marcha de una explotación de este tipo en Llanes: "Me cuesta ver algo así. Son proyectos que suelen causar bastante perjuicio".
Para el Alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás (PSOE), la alarma generada es cosa de "un grupo de personas que tratan de generar una gigantesca nube de humo desde la manipulación interesada". Cree que detrás de los colectivos que presentarán alegaciones "se esconde un interés electoralista". Recuerda que la competencia en esta materia corresponde al Principado y sostiene que se enteró de los trabajos por el BOPA. "Se trata únicamente de una solicitud para investigar", subraya el regidor, que garantiza que "el Ayuntamiento salvaguardará los intereses del concejo a nivel medioambiental, urbanístico y legal".
En relación a las alegaciones que la Coordinadora Ecoloxista anunció que también presentará al proyecto para buscar cobre, cobalto, níquel, plomo y zinc en Peñamellera Alta y Baja y Cabrales, el presidente del Colegio de Geólogos de Asturias, José Antonio Sáenz de Santamaría, mostró su sorpresa por las protestas de los ecologistas: "Se ha pedido tan solo un permiso de investigación. Nada más. Protestar por investigar el ridículo".
Sáenz de Santamaría sostiene que el cobalto es un material muy apreciado para, por ejemplo, la fabricación de baterías de coches eléctricos, debido a la escasez de reservas. Añadió que en seis meses la tonelada este material ha pasado de 22.000 a 85.000 euros. "Las investigaciones que se llevarán a cabo no dañarán al medio ambiente", añade, y sostiene que hoy en día todo tipo de minería es limpia.
