El Ayuntamiento de Llanes ha conseguido desbloquear dos de las contrataciones que cubrirán sendas bajas laborales en las escuelas infantiles de Posada y de Llanes. Sin embargo, la plantilla de trabajadores aún no está completa.
La concejala de Educación, Marisa Elviro, explicó ayer que "este mismo lunes" dos técnicos iniciarán la actividad en los centros educativos a donde acuden a diario niños de entre cuatro meses y 3 años.
Aún así, insiste Laura Inguanzo, una de las madres portavoces, "aún faltan en Posada dos técnicos de apoyo", con lo que el problema aún no está desbloqueado ni el Consistorio garantiza su solución inmediata.
Mientras tanto, los padres han iniciado el ciclo de protestas que habían anunciado, y "ayer (por el jueves) enviamos al Defensor del Menor un escrito en el que le explicamos que no hay suficientes educadoras para el número de niños que van a la escuela", incidió. Porque a Posada acuden a diario 36 niños divididos en tres clases, de 17, 15 y cuatro alumnos, estos últimos, bebés, a cuya clase aún quedan otros cuatro por incorporarse. Así, la Ley indica que debe haber dos educadoras por aula, algo que ahora, durante esta semana, se incumplió de forma flagrante, ya que había en el centro tres trabajadoras, una directora y dos educadoras, la mitad de lo permitido.
Por eso, "el lunes tenemos una reunión con Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Llanes" y, el siguiente paso se dará en Oviedo. Según esta madre, "ya hemos iniciado los contactos con la Consejería de Educación", con lo que es cuestión de tiempo, esperan, "que alguien se ponga en contacto con el Ayuntamiento para solucionar la situación". Los padres saben que el Gobierno regional ha delegado la gestión de las escuelas infantiles en los consistorios, "pero lo normal, ante algún tipo de anomalía, es que inspeccionen si la dotación de trabajadores es la adecuada", supone Laura Inguanzo. De tener lugar la inspección, "no sabemos qué sucedería, si darían un toque de atención o si procederían al cierre del centro", señala la portavoz. Pero, zanja, "lo que no queremos es que llegue a pasar algo".
