La práctica siempre ha sido más efectiva que la teoría. Por eso, Nacho García, profesor de Gestión Administrativa en el Instituto de Infiesto, ha considerado que pasar a la acción era la mejor forma de que sus alumnos, de primer y segundo curso del ciclo formativo, aprendieran sobre la materia. Eligió San Valentín porque el negocio es más que evidente. Y escogió las flores por su inevitable vinculación al día de los enamorados. Y así, propuso a sus alumnos crear un negocio y aplicar todo lo aprendido en el aula a un ficticio mercado profesional en el que habría que partir de cero. Los beneficios, que los habrá, irán destinados al Proyecto Europeo del Centro. Y, al final, todos ganan.
El proyecto comenzó con la creación de un plan de marketing. Las doce alumnas de la clase debían vender claveles para que estos fueran entregados el día de San Valentín. El público objetivo -compañeros y trabjadores del IES- y el potencial deberían definirlo. Y también detallar cada tramo del negocio para que este fuera rentable. Así, desde la pasada semana y hasta ayer tomaron nota de los encargos de claveles, blancos (para demostrar el amor de la amistad) y rojos (para declarar el amor a la pareja). Y algo debieron hacer bien en su plan de marketing para vender un total de 370 flores. Unas flores que previamente han comprado a la empresa Flores Carmen (la floristería de Infiesto).
Mañana recogen el fruto que han sembrado. Para entonces habrán encontrado el sentido tan árido en la teoría de la búsqueda de proveedores, del suculento pero siempre difícil margen de beneficios, de la siempre entretenida contabilidad o del meticuloso arqueo de caja al final del día. Y lo habrán hecho casi jugando, aunque aprendiendo que los negocios siempre son más complicados al aplicarlos que al plantearlos. Así, haciendo una empresa para San Valentín y previendo más prácticas entretenidas, avanzan en el futuro laboral en el ciclo formativo del IES piloñés.
