El objetivo es paliar los efectos y minimizar la evolución de la avispa asiática. Para lograrlo el Ayuntamiento de Cangas de Onís ha creado "un grupo de vigilancia formado por vecinos voluntarios". La idea es contribuir a la formación para fabricar trampas caseras y sustancias atrayentes y complementar así la red de trampeo del Gobierno regional.

Los vecinos podrán apuntarse en las dependencias municipales. Tras la elaboración de trampas, se instruirá acerca de su colocación, se organizarán actividades formativas y divulgativas, y se intervendrá en las distintas áreas de actuación en las que se ha dividido el municipio.