La asociación Granagri cree que el sector ganadero debería considerarse como estratégico y denuncia que en Asturias "se sigue frenando la actividad primaria" con normas urbanísticas que ahogan al sector. Por eso consideran que el trabajo del campo debería "quedar al margen de las legalidades urbanísticas" porque, de no ser así y ralentizarse, y hasta impedir algunos desarrollos, "en diez años podría haber una crisis alimentaria". La ganadera no es una actividad "de gran contaminación ni abultado movimiento de recursos y mano de obra", con lo que debería haber cierto margen, dicen. El colectivo alaba la Política Agraria Común (PAC) porque "garantiza la producción de alimentos" y sin ella no existirían "los bienes de primera necesidad en las tiendas".