La Santina, patrona de todos los asturianos y asturianas, Reina de nuestras montañas, viste este Viernes Santo, su manto de color negro en una jornada atípica en el santuario mariano en la actual Semana Santa, igual que el resto del país, sin visitantes ni turistas, por el estado de alarma a causa del COVID-19. Es la segunda ocasión que la Virgen luce esa tonalidad de luto, pues, la primera vez fue hace justo un año en ese mismo altar del real sitio de Covadonga.

La Virgen de Covadonga, pequeñina y galana, cuenta con más de medio centenar de mantos, algunos de ellos verdaderas reliquias, de gran valor. El color negro se añade al tradicional manto rojo bordado en oro -el más conocido y habitual para la inmensa mayoría de los devotos-, así como a los otros tres colores litúrgicos: blanco, morado y verde. Mañana, 11 de abril, sábado de Gloria, la Santina lucirá el manto blanco, igualmente en la santa cueva de Covadonga.