El pescador llastrín Simón Gallego del Valle, último superviviente de la histórica galerna de 1944 que acabó con la vida de trece pescadores de Lastres, falleció en la madrugada del Viernes Santo en el Hospital del Cabueñes, en Gijón, a la edad de 98 años.

Gallego del Valle -que no falleció por causas vinculadas al coronavirus y que había ingresado porque necesitaba una trasfusión- era el abuelo del pintor maliayés Guillermo Simón, quien llora la pérdida de un abuelo a quien quería con un amor entrañable y con quien compartía una pasión: el mar.

Los cuadros de Simón son un perpetuo canto al mar, al que su abuelo tuvo que enfrentarse en un sinnúmero de ocasiones.

Además de la galerna del 44, Simón Gallego naufragó otras tres veces más. De todo ello tenía, aún anciano, un recuerdo vivo, que transmitía con la emoción de quien se ha enfrentado a las más crudas situaciones.

Hace cuatro años, relató para LA NUEVA ESPAÑA cómo había sido aquel día, 6 de septiembre de 1944, en el que la galerna se tragó a trece pescadores de Lastres, la tripulación del "Glorioso San Antonio". Simón era por entonces el único que seguía vivo de las tripulaciones de las once lanchas que salieron aquella jornada al bonito y dieron con "la ira de Dios". En la galerna perdió a familiares: un hermano, dos hermanos de su padre y y dos primos. "Aquel día fue gorda. Qué nos quedaba na más que llorar...", relataba.

El pescador llastrín era viudo de Maruja Llera ("la de Simón"), deja cuatro hijos, once nietos y cuatro bisnietos. Las excepcionales circunstancias impuestas por la pandemia del coronavirus han obligado a su familia a enterrarlo en la más estricta intimidad.